Apenas algunos datos sirven para caracterizar al transporte de cargas y su peso en el llamado costo logístico. El precio del gas-oil en dólares (US$ 1,10) es uno de los más altos de la región, en 2016 el combustible aumentó 27% y en los últimos doce meses (mayo 2016-abril 2017) suma 14%. Además, el conjunto de costos de transporte acumuló 36,9% en 2016, en tanto entre enero y abril de 2017 los peajes aumentaron 39,7% y las patentes 35%. Y entre combustibles y gastos en personal representan por lo menos el 66% de la estructura de costos del sector.
Los datos corresponden a la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac), organización que mide mes a mes la evolución de los costos del transporte de mercaderías. Desde todos los sectores productivos insisten en el impacto que tiene la logística en los costos totales, que en muchos casos terminan por “comer” la escasa rentabilidad de industrias y economías regionales.
Leve mejora
El último informe de Fadeeac destaca que “por primera vez en lo que va del año se registró un descenso en el Índice de Costos de abril: -0,45%. Esto implica una disminución del aumento acumulado del año, el cual llega al 6,6%, luego de haber marcado 7,1% en el primer trimestre”. Sin embargo, aclara que “esta disminución alivia y da tregua a un sector que sigue operando en una situación de marcado descenso de la actividad”, en la que además, la carga impositiva cercana al 40% “conspira contra la competitividad del sector”, señala.
Fadeeac también recuerda que la “inflación” del flete en los primeros cuatro meses del año ya llega a 6,6%, a partir de “importantes subas de 3,2% en enero, 1,3% en febrero y 2,4% en marzo y el descenso de -4,5%.
Almacenaje y transporte
Durante un reciente encuentro sectorial organizado por la Cámara Empresaria de Operadores Logísticos (Cedol), especialistas analizaron la estructura de costos y, en ese sentido, se destacó que ocho de cada diez pesos del costo operativo se destinan a gastos en combustible, peajes y cargas laborales.
Daniel Indart, titular de Fadeeac, indicó que “no somos formadores de precios y todos los componentes de nuestros costos, que conforman las tarifas, surgen de los impuestos que cobra el Estado, el elevado precio de los combustibles, los peajes y otras cargas laborales que, en conjunto, representan casi el 80% del costo operativo de nuestras empresas”, remarcó.
Desde Cedol acompañaron el argumento acerca de la incidencia de estos rubros. Jorge López, presidente de la entidad sentenció que “todo lo que se habla sobre costos logísticos es falso y nadie profundiza el tema”. Para que no quedaran dudas atribuyó las críticas que recibe el sector a una “campaña de información distorsionada, liviana y superficial, que acusa a la logística y al transporte de ser costosos, cuando el problema es mucho más profundo y general, vinculado al costo argentino generado por cargas impositivas, burocracias administrativas, costos laborales o de insumos, que nos colocan en desventaja respecto de otras economías”.
“Productividad fue una palabra casi prohibida en el ámbito empresarial local durante mucho tiempo, y debemos trabajar para cambiar eso porque la productividad genera riqueza, agrega valor y nos hace más competitivos”, resaltó por su parte, Hernán Sánchez, titular de la Asociación Argentina de Logística Empresaria (Arlog). Y agregó que “el problema que tenemos no está asociado a los procesos o a la operación logística, sino a deficiencias de infraestructuras y, sobre todo, a cuestiones de índole impositiva y administrativa”.
