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Intendentes bonaerenses piden definiciones a CFK

Voces cruzadas luego del acto que pretendía la unidad y posibles realineamientos si la expresidenta no se presenta

17 mayo de 2017

“Con Cristina es una cosa, sin Cristina es otra”, fue el eje de la consigna que dejaron trascender ayer  los intendentes bonaerenses del PJ que desistieron sobre la hora del acto del kirchnerismo que se desarrolló el lunes por la noche, en el Centro Cultural Caras y Caretas, del que iban a participar. Ariel Sujarchuk, jefe comunal de Escobar, Martín Insaurralde, de Lomas de Zamora, y Gustavo Menéndez, de Merlo, fueron algunos de los dirigentes que planteron esa disyuntiva. Y su disconformidad con un encuentro en el que, además del aparato partidario provincial, participaron espacios satélites del kirchnerismo que no tienen el beneplácito de estos intendentes.

Sujarchuk, por caso, consideró que muchos intendentes creen que “la presencia de algunos actores políticos que se habían sumado” al acto encabezado por Máximo Kirchner “no contribuía al proyecto” de “renovación política del peronismo”. La referencia correspondía al exvicepresidente Amado Boudou, el dirigente social Luis D'Elia, el exdirector del AFSCA Gabriel Mariotto y el referente de Nuevo Encuentro, Martín Sabbatella. “Hay que ser mucho más inteligente, humilde y dialogar antes de llegar a estas puestas en escena que generan incomodidades que terminan siendo poco convenientes para el espacio”, indicó Sujarchuk, que se convirtió en vocero del grupo. Las críticas, sin mención directa, iba dirigida al titular del PJ bonaerense, Fernando Espinoza, y al jefe de La Cámpora, Máximo Kirchner. “No es prudente lo que hicieron los que los invitaron sin consultar a los demás. Fue un encuentro que no salió como estaba planificado”, señaló, para remarcar su disconformidad.

La ausencia de intendentes se hizo evidente. Del listado previsto sólo participaron Jorge Ferraresi, de Avellaneda, Patricio Mussi, de Berazategui, Mario Secco, de Ensenada, Francisco “Paco” Durañona, de San Antonio de Areco, y Juan Ustarroz, de Mercedes. Varios de los que dieron el “faltazo” formaban parte del grupo que pedía la renovación del peronismo, pero que en los últimos meses se habían acercado nuevamente a Cristina. La decisión que finalmente tome la expresidenta es posible que ratifique pertenencias o provoque nuevos realineamientos al interior del peronismo, con Florecio Randazzo, el otro candidato para las PASO, expectante de que esto suceda.

Por su parte, D'Elía, uno de los vetados, cargó contra los intendentes. Advirtió que el kirchnerismo “no necesita a esos forros para ganar” las elecciones y les pidió que “se vayan” con Randazzo. Además, expresó su deseo de que Cristina sea candidata, porque en “la provincia de Buenos Aires le va a dar un tremendo respaldo histórico” en las urnas.

En el kirchnerismo, en tanto, tratan de que las aguas de la disconformidad bajen y volver a plantear una unidad posible, para evitar las primarias que exige Randazzo. Confían en que los próximos gestos de Cristina puedan reconducir esas tensiones.

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