El Economista - 70 años
Versión digital

jue 28 Mar

BUE 25°C

“Vamos hacia una transparencia más accesible”

"Lo que se propone es correcto. Quizás algo tímido en algunos aspectos, pero razonable en términos generales", afirmó Alejandro Tullio

09 mayo de 2017

El Economista dialogó cono Alejandro Tullio, ex director Nacional Electoral, sobre los cambios que se están estudiando en el financimiento de los partidos políticos.

¿Qué opina sobre la iniciativa del oficialismo paradiscutir la financiación de los partidos políticos?

El Gobierno Nacional retoma una idea que había lanzado el año pasado en medio del debate por la reforma electoral, que finalmente no contó con la consideración parlamentaria. Es un tema inevitable para discutir hacia una mayor transparencia y una mejor gestión de los recursos destinados hacia la política y las campañas. Desde el punto de vista de la intención y la oportunidad, es correcto.

¿Coincide con los puntos principales del proyecto?

Creo que hay acuerdo general -por lo menos en quienes estudiamos el tema y no representamos una posición partidaria- en que las transacciones financieras deben estar bancarizadas porque de esa forma se transforma en dinero trazable, se conoce el origen y el destino. En segundo lugar, porque de ninguna manera pueden existir aportes anónimos y porque, la experiencia de haber eliminado los aportes de las personas jurídicas -que en su momento tenía sentido- generó una distorsión por involucrar a una gran cantidad de personas que canalizaron esos aportes corporativos. Lo mejor es sincerar esa cuestión y que cada individuo y cada empresa pueda ser donante pero también identificados como tales, que es lo más importante en cuanto al financiamiento y coincide con lo dictado en el artículo 38 de la Constitución Nacional, conocer el origen y destino de los fondos.

¿Cree qué en lo relacionado al financiamiento la reforma del 2009 dejó aspectos positivos?

Sí, sin dudas. Porque todos los trascendidos con respecto a las últimas elecciones fueron derivadas del deber de información que se logró en 2009. Pero como toda reforma y toda ley debe juzgarse no sólo por el objetivo trazado sino también por el desempeño logrado, lo que permite analizar es sí debe ser mejorada o no. En la reunión llevada a cabo días atrás en el Ministerio del Interior se destacaron los avances logrados en 2009, pero se señaló que en el desempeño se deben hacer ajustes, y me parece correcto. Aun así esto no significa que las nuevas normas deban aplicarse al proceso electoral en curso porque  no se legisla durante el año electoral, y  si se legisla, no se aplica. Pero sí se puede dejar planteadas las cosas para encarar el debate una vez superadas las elecciones y que evitar que la discusión continúe diluyéndose.

Retomando el debate por la boleta electrónica y el de financiamiento, ¿imagina para las elecciones del 2019 muchos cambios en el sistema electoral?

Respecto a la boleta electrónica hay que ver qué decide finalmente el Senado, si lo trata y cómo lo trata. Suceda lo que suceda,  reitero que debe ser un proceso paulatino, no puede pretenderse una aplicación simultánea porque es un imposible fáctico. Debe avanzarse en forma prudente para alcanzar un escenario distinto, no revolucionariamente distinto, sino razonablemente distinto. En cuanto al financiamiento lo que se propone es correcto, quizás tímida en algunos aspectos, pero razonable. Es posible que en el Congreso se avance un poco más. De continuar en este sentido se va a lograr, creo, una transparencia más accesible hacia la ciudadanía. En él mientras tanto se puede avanzar vía acuerdos y normas de autorregulación, y no siempre iniciar con una ley. Por ejemplo, tender acuerdos público privados, que los empresarios expidan su opinión y que se genere un gran consenso entre los actores del financiamiento y que luego todo eso se vuelque en una ley.

Seguí leyendo

Enterate primero

Economía + las noticias de Argentina y del mundo en tu correo

Indica tus temas de interés