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Grave: en volúmenes, Argentina exporta lo mismo que en 2005

“Ante un cambio en las condiciones externas, el problema de déficit comercial no tardaría en llegar”, advierte Invecq

29 mayo de 2017

Cuando hablamos de exportaciones, todos suelen mirar el valor en dólares. Los billetes contantes y sonantes que conseguimos vendiendo bienes hacia el mundo. Y no está mal. Pero las cantidades también importan porque, puede bajar la marea de los precios, y nos puede sorprender  sin traje de baño.

Sobre ese tema pone foco Invecq en su último informe. “En la última década el desempeño de las exportaciones se vio beneficiado por dos factores que impulsaron su crecimiento en dólares: un tipo de cambio real alto, que abarataba en dólares la producción nacional y términos de intercambio records como consecuencias del boom de los precios internacionales de las commodities y manufacturas exportadas por Argentina, que fue ampliamente superior a la suba de precios que experimentaron los bienes importados por el país. Sin embargo, si se descompone la dinámica de las exportaciones en precios y cantidades, se observa que las cantidades exportadas en la última década no solo no han tenido un incremento tan espectacular como el que indican los valores en dólares, sino que, por el contrario, se encuentran estancadas desde 2005. Es decir que el país exporta la misma cantidad de productos que hace doce años atrás”. Houston, tenemos un problema?

“Al mismo tiempo que ocurre esto con las cantidades exportadas, las cantidades importadas muestran un incremento del 90% en el mismo período, incubando así, un creciente déficit estructural en la balanza comercial. Si por algún motivo el precio internacional de las exportaciones volviera a los niveles de 2005, el saldo de la balanza comercial mostraría un importante déficit, considerablemente mayor a los US$ 3.000 millones con los que cerrará el 2017”, agregan desde Invecq.

Sin embargo, el estancamiento de las cantidades exportadas no representa un comportamiento homogéneo de los distintos rubros. Por ejemplo, “las exportaciones de productos primarios se incrementaron en 30% en cantidades en ese período”, dice Invecq. Pero las manufacturas de origen agropecuario, donde la mayor parte son alimentos y bebidas, “solo muestran un crecimiento del 6% como consecuencia de una constante disminución desde el 2007 hasta 2014, a partir de cuándo vuelven a tomar impulso”. Ese comportamiento, dice el informe, “responde a la crisis de rentabilidad y competitividad que comenzaron a mostrar, a partir del 2007, todas aquellas economías regionales que destinan sus productos industrializados al mundo como el caso de los vinos de Cuyo, los productos lácteos de la cuenca lechera del centro del país, las frutas procesadas del Alto Valle y la citricultura, la industria frigorífica, etcétera”. Sólo a modo de ejemplo, dicen, en los últimos seis años se perdieron exportaciones de carne por el equivalente a US$ 13.000 millones como consecuencia de la crisis ganadera.

“Estos números alarmantes pasan inadvertidos en la actualidad como consecuencia de que los términos de intercambio continúan siendo relativamente benevolentes, pero ante un cambio en las condiciones externas, el problema de déficit comercial no tardaría en llegar”, advierte Invecq.

“Es imprescindible desandar el camino de los últimos años y emprender una estrategia exportadora que permita mantener un crecimiento sostenible. El desafío de exportar consiste en crear las condiciones internas de competitividad que pongan en condiciones reales al país para proveer los productos que el mundo demanda, al mismo tiempo que se avanza en la apertura de nuevos mercados y la negociación de mejores condiciones de entrada en los ya disponibles”, concluye el reporte.

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