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Gobernadores buscan ser el nuevo eje del PJ

Siete mandatarios provinciales se encontraron ayer en la Ciudad: sin liderazgos claros y con Schiaretti como convocante, ya miran más allá de octubre

17 mayo de 2017

Pretenden hacer valer el peso territorial que tienen en términos de representación. Y ayer dieron el primer paso para ello. A modo de demostración de fuerzas. Con las elecciones legislativas de medio término en el horizonte cercano, pero con la idea de convertirse en el nuevo eje de poder del Partido Justicialista más allá de octubre. La resonancia del término liga de gobernadores aparece automáticamente como espejo posible. Aunque los participantes del almuerzo en la Casa de Entre Ríos en Buenos Aires parecen compartir la idea de mantener vínculos de colaboración con el Gobierno Nacional y, por el contrario, disputar, desde el interior, el predominio del peronismo bonaerense.

Gustavo Bordet fue el anfitrión. Y el cordobés Juan Schiaretti, el gobernador de más peso entre los presentes. Aunque no se hayan definido liderazgos y la relación sea de pares. En el encuentro, los mandatarios se comprometieron a aportar a la gobernabilidad de la gestión del presidente Mauricio Macri, evaluaron la situación particular de cada uno de los distritos que gobiernan y la ausencia de una estrategia nacional del peronismo. “Queremos que al país le vaya bien. Por eso tenemos la voluntad de garantizar la gobernabilidad a rajatabla. Pero la gobernabilidad tiene que ser de ida y vuelta: que la Nación también le garantice la gobernabilidad a las provincias”, señaló.

El chaqueño Domingo Peppo, el tucumano Juan Manzur, la catamarqueña Lucía Corpacci, la fueguina Rosana Bertone y el riojano Sergio Casas también estuvieron presentes. A los que se les sumó el misionero Hugo Passalacqua que, sin ser peronista, forma parte de una alianza con peronistas y tiene buena relación con el grupo. En tanto, hubo una ausencia importante, la del gobernador salteño Juan Manuel Urtubey, que en varios ocasiones pretendió convertirse en aglutinador del peronismo del interior. Mientras que hubo una presencia inesperada, si se quiere: la del vicegobernador de Alicia Kirchner, Pablo González, en el intento de la santacruceña de no quedar aislada en momentos de zozobra política y social.

En la mayoría de los casos, estos gobernadores mantuvieron un vínculo estrecho con el kirchnerismo en el pasado reciente. De hecho, Manzur fue ministro de Salud de Cristina en su último mandato, Corpacci incluso tiene relaciones de parentesco con la familia Kirchner, tanto Bordet como Peppo llegaron con el impulso de sus antecesores y Bertone tuvo el impulso de la expresidenta. Hoy, en todos los casos, muestran distancia, dado el peso menor que tiene el kirchnerismo en sus provincias y la buena relación que han mantenido hasta aquí, por convicción o por necesidad con el Gobierno.

Entre los objetivos implícitos que estos mandatarios se proponen está el de convertirse en actores centrales de la nueva etapa política, camino a 2019. Y varios de ellos estiman que pueden tener posibilidades de pelear un lugar en la fórmula presidencial del peronismo. Pero adolecen, en todos los casos, de capacidad de trascender los límites de su provincia de origen. Tarea que se proponen como meta de aquí en más.

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