Por Alfredo Marseillan Subsecretario de Financiamiento de la Produccion
Las pymes están en boca de todos. No sólo explican el 70% del empleo formal en el país, sino que el 90% de las empresas argentinas son pyme. Desde el pequeño taller de oficios hasta empresas exportadoras, el financiamiento y la formación en plan de negocios han sido clave en acompañar su desarrollo y expansión.
La Subsecretaría de Financiamiento de la Producción, dependiente del Ministerio de Producción, tiene como misión generar alternativas de asistencia técnica y financiera para el sector y facilitar el acceso a líneas de crédito. El gran desafío actual es llegar a las pymes inversoras con más y mejores herramientas y, en especial, a ese 60% que por falta de información o simple autopercepción no busca tomar créditos en el sistema financiero.
Esta gran porción de empresas generalmente se autofinancia a grandes costos con recursos propios o, aún más grave, no desarrolla proyectos de inversión o de capital de trabajo, porque considera que sus condiciones financieras y económicas no son suficientes para calificar como sujeto de crédito.
Desde la Subsecretaría de Financiamiento se han desarrollado distintas herramientas on line para acercarnos a estas pymes con el fin de que sean más efectivas, se conviertan en inversoras e impacten con mayor peso en el sistema económico generando más productividad y empleos de calidad.
Esto lo hicimos incorporando tecnología y desarrollando plataformas para eliminar la burocracia y los trámites personalizados. Hoy, un empresario puede desde su lugar de trabajo consultar si aplica a un crédito bancario a tasa subsidiada desde la web del Ministerio o solicitar una garantía a través del sistema de Sociedades de Garantía Recíproca para obtener un préstamo para ampliar su planta productiva, afrontar gastos operativos o comprar maquinaria y materia prima, por ejemplo.
Tenemos como meta desterrar la autoexclusión y promover la inclusión financiera de 150.000 pymes, así como capacitar en desarrollar un flujo de fondos como instrumento principal de un plan de negocios a largo plazo. No sólo como requisito para aplicar a un crédito bancario o del Ministerio, sino como elemento orientador de las necesidades de financiamiento para impulsar su actividad.
Una pyme inversora es más útil al sistema económico que una que no lo hace. Esto lo hemos entendido desde el momento que recomendamos la inscripción en el Registro Pyme para acceder a los beneficios de exenciones impositivas y para aplicar a los #CreditosParaCrecer a tasas competitivas que se gestionan vía online. Acompañamos proyectos de eficiencia en el uso de energía, inversiones en bienes de capital, desarrollo de software y de agregado de valor con préstamos directos de la Subsecretaría a través de FONAPYME.
Articulamos con diversas carteras ministeriales y con las provincias para atender las necesidades específicas de las economías regionales y los sectores productivos, promoviendo el trabajo con el sistema financiero para lograr tasas más competitivas y que más mipymes accedan al sistema bancario y al mercado de capitales.
Ampliamos el número de bancos que financian los $5 mil millones que licitamos para las líneas de tasa bonificada para que el empresario vaya a su entidad habitual a solicitar su crédito. Extendimos un Certificado de Elegibilidad como herramienta empoderadora, donde se verifica el porcentaje de descuento (hasta 6%) en la tasa de interés otorgado según parámetros de tamaño empleo y radicación.
Todo esto nos hace pensar que vamos hacia el camino correcto, estimulando la inversión, generando cambios normativos y formando futuras pymes exportadoras que agregan valor a su producción y al sistema económico en su totalidad. Porque más pymes, es más y mejor empleo.
