La conducción local de la UCR es el principal soporte de la candidatura y de las aspiraciones de Martín Lousteau. Orgánicamente forma parte de la alianza ECO y ratificó toda vez que hizo falta su apoyo irrestricto al exembajador camino a las elecciones primarias de agosto y a las generales de octubre. La pretensión del espacio era lograr la conformación de Cambiemos en la Ciudad y utilizar las PASO para dirimir las diferencias con el PRO porteño. Pero el oficialismo no le dejó margen. La paridad en el balotaje de 2015 y el susto que le propinó al jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta abonó la negativa. Por lo que a Lousteau y a sus socios radicales no les quedó salida más que competir por “afuera”.
Esta decisión de Emiliano Yacobitti, presidente de la UCR local, y de los legisladores Juan Nosiglia o Hernán Rossi, no cayó bien en varios sectores del partido. Sobre todo, entre los más convencidos de la necesidad de consolidar a Cambiemos en todo el país (Facundo Suárez Lastra, a cargo de la Comisión Consultiva del Area Metropolitana de Buenos Aires; y Jesús Rodríguez, auditor general de la Nación, entre los más notorios). Mientras que la conducción nacional “dejó hacer”, con más incomodidad ante esa opción que apoyos concretos. El respaldo entuasiasta que tuvo Lousteau, a principios de mayo, entre militantes de la juventud radical en Córdoba, aporta razones para esa adhesión diferenciada. En tanto, la marcha posible de la campaña y la lectura posterior de la elección, a nivel local, pero también en el contexto nacional, genera más de una duda.
En este contexto de cosa ya juzgada, las dos vertientes en pugna en el radicalismo tratan de poner en juego esas razones en el debate y, también, negociar nombres en ambas listas, para mostrar la pertinencia de su acción y aleccionar a su contaparte. El sector partidario que apoya a Lousteau, por cierto, tendrá su representación en las listas a diputados nacionales y, sobre todo, en la de legisladores locales. Por su peso en el armado y ese aporte orgánico. Pero también el sector proCambimemos del radicalismo pretende tener su lugar en las listas de la alianza oficialista entre el PRO y la Coalición Cívica, que tendrá a Elisa Carrió como segura candidata. Sin el sello de Cambiemos, por aquellos desacuerdos. Y sin la UCR como partido.
Dado que se descuenta que Lousteau será el primer candidato a diputado nacional por ECO, el resto de la lista está abierta a una constante negociación. Carla Carrizo, radical que en 2013 ingresó por Unen, es una fija para renovar. Mientras que la estrecha relación que supo establecer el legislador Roy Cortina con el exembajador le otorgan al dirigente socialista grandes chances de ocupar un lugar expectante. En cuanto al sector que defendía la idea de no competir contra el PRO en la Ciudad, también busca su lugar. En inferioridad de condiciones, en tanto no cuenta con la representación formal del partido. Pero con expectativas.
Las trece bancas a diputados nacionales y los treinta escaños en la Legislatura que están en juego marcan los tiempos.
