En un nuevo intento por desarrollar el mercado bursátil local, las entidades vinculadas a las operaciones con acciones y bonos que se realizan en el país confluyeron ayer y pusieron en funcionamiento una estructura que ya se llama BYMA. Bolsas y Mercados Argentinos.
Con el tradicional toque de campana que se realiza desde hace 163 años en la Bolsa local, el BYMA y su respectiva cotización de mercado arrancaron ayer a las 16 en el viejo recinto, con la presencia del ministro de Finanzas, Luis Caputo y todos los grandes participantes del negocio. No faltó nadie. Y el debut fue auspicioso: hubo 62 operaciones con el papel de BYMA. Arrancó a $ 100 (el valor que calculaba el mercado para el debut), pero luego se desarrolló un alza escalonada, hasta llegar a $ 150. Veremos si ese valor es confirmado en junio, cuando el sistema opere por completo.
El debut bursátil le da arranque al papel, pero el funcionamiento efectivo de la nueva estructura recién comenzará a operar normalmente en junio. Los técnicos están trabajando contrarreloj para que no haya ningún inconveniente.
“Es una emoción y satisfacción muy grande conducir el directorio de esta nueva institución que marcará un hito en la historia del mercado de capitales argentino”, señaló el presidente de BYMA, Ernesto Allaria. “Hoy BYMA se pone a disposición de todos los actores económicos para convertir la inversión en producción y servicios, transformar el ahorro en inversión productiva para emplearla en proyectos de financiamiento, que colaboren con la generación de empleo y el crecimiento de la economía nacional”, completó.
Volver a ser
El BYMA llega al ruedo en un intento del mercado local por sobrevivir. Allá por la década del '60, durante la presidencia de Arturo Frondizi, llegaron a cotizar en la Bolsa de Buenos Aires más de 500 empresas. Y en este momento hay menos de 100 compañías. Y lo que es peor de todo, muchos inversores argentinos se están dedicando a operar en otros mercados, por cuestión de mayores operaciones y menores costos.
Por esta razón, el mercado bursátil argentino se fue secando. Hoy, según los últimos datos de la Federación Iberoamericana de Bolsas, sobre el 100% de los negocios con acciones que se realizan en América Latina y España, Brasil es el mercado más grande con el 29% de todos los negocios, seguido por 25% en la Bolsa de Madrid, 15% en Venezuela, 13% en México, 8% en Chile, 4% en Colombia y 3% tanto en Perú como en Argentina.
Por lo que puede decirse sin miedo a ninguna equivocación que la manera en que se llevó la economía argentina y la administración de las entidades bursátiles en los últimos cincuenta años el mercado desapareció, fue transformado en un pequeño kiosco, y ahora se intentan hacer algunos cambios para ver si lo pueden reconvertir en un shopping.
El BYMA agrupa a todas las Bolsas que operan en el país y, con esto, las acciones del antiguo Merval quedarán en desuso y serán reemplazadas por este nuevo indicador. El debut no fue sencillo, fue una batalla de más de un año, con tira y afloje, con el mercado pidiendo una nueva Ley del Mercado de Capitales. Pero los permisos de la Comisión Nacional de Valores se congelaron y finalmente se terminó en este arranque.
Para intentar competir con otros mercados, las autoridades del BYMA realizaron una inversión y colocaron un sistema operativo denominado Milenium, que es similar al que se opera en la Bolsa de Londres. La estructura debería agilizar los negocios y permitir que el volumen operado crezca y que los papeles cotizantes aumenten.
El desarrollo de un mercado bursátil local es vital, ya que es una vía para que las empresas consigan financiamiento accesible para realizar proyectos de inversión. La compañía interesada emite papeles, los coloca en el mercado, con la obligación de presentar balances e información detallada, y con eso se consiguen inversores minoristas.
El punto de partida, al sonar la campana ayer, el paquete accionario del BYMA está integrado 60% por el Mercado de Valores, 35% por la Bolsa de Buenos Aires y el 5% en manos de socios de la Bolsa. El Mercado de Valores tiene en este momento 183 accionistas que reciben por cada acción que tenían del Merval 250.000 acciones de BYMA. Antes, para poder operar, cada agente tenía que tener un papel del Merval, pero con el BYMA esa obligación desaparece.
Como paraguas de la nueva entidad, por encima de esa composición, está la Caja de Valores, integrada en partes iguales por la Bolsa porteña y el Merval, que actuará como agente depositario del BYMA, es decir como custodia de valores negociables, tanto públicos como privados.
El papel fue repartido entre tanta gente para que el nuevo título tenga muchos negocios, se opere, y no quede como un elemento decorativo. Luego de todo este reparto, el patrimonio inicial del BYMA se ubicó en torno a los $3.000 millones, veremos si la cotización de los próximos días convalida ese valor.
Según el presidente del BYMA, Ernesto Allaria, fondos estadounidenses y brasileños ya compraron acciones del mercado argentino en el último año para tomar posiciones locales. Dijo que la Bolsa de Brasil podría comprar una participación en el nuevo mercado argentino. “Hace un año Bovespa dijo que compraría en los mercados de Chile, Perú, Colombia, México y Argentina. Ya compró en cuatro, solo queda Argentina”, precisó Allaria.
Las normas de la Comisión Nacional de Valores (CNV) establecen que ningún accionista puede tener en forma directa o indirecta, individual o conjuntamente, una participación mayor al 20% en un mercado. Además, no está pautada ninguna aclaración respecto a las entidades extranjeras, de modo que para el Bovespa también aplicará este 20%, con lo que podría comprar más que el 10% inicial que estaba indicado previamente.
