En el medio de otra semana complicada, la gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner, pidió ayer al Gobierno Nacional “ayuda urgente” para “garantizar la paz social” en su provincia. En Casa Rosada, se reunió durante más de dos horas con el ministro de Interior, Rogelio Frigerio, en la que analizaron la crítica situación financiera de la provincia y evaluar una posible.
Sin llegar, todavía, a los términos de un acuerdo. Kirchner llegó acompañada por su vicegobernador Pablo González y la recibieron junto a Frigerio, el viceministro de Interior, Sebastián De Luca y el secretario de Provincias, Alejandro Caldarelli.
Antes de ingresar, González había pedido que el Gobierno ayudase a garantizar “la gobernabilidad” y advirtió que la administración provincial no está dispuesta a realizar un “ajuste sobre el sector público”. “Venimos con la mejor intención de tener un diálogo institucional, como tiene que ser entre un gobierno de una provincia federal y la Nación, que por el artículo 5 de la Constitución, tiene obligación de prestar asistencia”, señaló el vicegobernador.
Por la mañana, el presidente Mauricio Macri se había referido al gobierno de la provincia. “Si la gobernadora quiere ver un ejemplo de lo que hay que hacer, que venga a Mendoza. Lo que hizo el gobernador Cornejo es lo que tiene que hacer ella”, sostuvo.
