La dama mueve fichas. En Villa Fiorito, la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal supervisó obras de urbanización y se mostró acompañada de la presidenta de la Autoridad Cuenca Matanza-Riachuelo (Acumar), Gladys González, en un gesto que se leyó como de respaldo a su eventual candidatura para las elecciones de medio término.
La dirigente, exinterventora del gremio de los marítimos, figura en una selecta lista de aspirantes junto a el ministro de Educación Esteban Bullrich y el neurocientífico Facundo Manes, luego de que fuertes declaraciones de Elisa Carrió corrieran de escena al intendente de Vicente López, Jorge Macri. Hoy será el turno de la foto con B ullrich, en un anuncio de extensión del boleto estudiantil para universidades del conurbano.
La idea del gobierno de la provincia es que las recorridas por el conurbano se hagan más habituales. Y como suele pasar con las recorridas de Vidal, con la presencia también de la ministra de Desarrollo Social nacional Carolina Stanley. El conurbano es el territorio bonaerense donde Cambiemos tiene los mayores problemas en términos de imagen de gestión. No tanto el gobierno de la provincia; bastante, el nacional. Allí en Villa Fiorito, ambas las obras de urbanización integral que se ejecutan en el barrio Campo Unamuno que, se estima, beneficiará a más de 2.700 familias del lugar. Los casos de contaminación causados por la falta de cloacas y por los residuos arrojados a orillas del Riachuelo fueron el eje de la participación de González.
