El secretario de Recursos Hidrocarburíferos, José Luis Sureda, renunció ayer a su cargo en el Ministerio de Energía y Minería, que ocupaba desde los primeros días de la gestión de Mauricio Macri.
Vicepresidente de Ventas de Gas Natural de Pan American Energy (PAE) desde 1999 hasta 2015, el funcionario era uno de los hombres más cercanos a Juan José Aranguren dentro de la cartera energética.
Por su paso previo en la petrolera de los Bulgheroni, había sido denunciado penalmente por la aliada de Cambiemos, Elisa Carrió. Según la denuncia, junto al subsecretario de Refinación y Comercialización, Pablo Popik, y al director de Gas Licuado de Petróleo, Luis Barile, había incurrido en “negociaciones incompatibles con la función pública” al haber tomado decisiones vinculadas a PAE, Repsol-YPF, Bridas y Exxon, empresas en las que ocupaban cargos previamente.
En aquel momento, se especuló con la salida del secretario, pero fue desmentida por el propio Aranguren, que respaldó totalmente al funcionario.
Incomodidades
Si bien su paso desde 2015 por el Ministerio de Energía y Minería no había sido su única incursión en el sector público (había ocupado cargos en áreas provinciales de Gas del Estado entre 1973 y 1982, según consta en su perfil en el sitio de la cartera energética), el funcionario estaba visiblemente incómodo con algunos aspectos de la función pública.
En marzo, en el marco de un evento organizado por la Universidad Austral, el secretario de Recursos Hidrocarburíferos y ex ejecutivo de PAE describía así la “interfase” entre el sector público y el privado: “Hay un gran desconocimiento mutuo que genera desconfianza entre ambos. Parecería que hay dos mundos antagónicos, un punto de desencuentro muy grande que se nota muchísimo a la hora de la necesaria e inevitable interfase entre lo privado y lo público y en esa mentalidad antagónica tienen culpa los dos lados”.
