Un día antes de su reunión bilateral con Mauricio Macri, Donald J. Trump, cada vez más abajo en las encuestas y sin grandes logros en la cercanía del día 100 en la Casa Blanca, sacaría a la cancha una de sus principales promesas de campaña: una amplia rebaja impositiva para familias y, sobre todo, empresas.
https://twitter.com/realDonaldTrump/status/855817226078879748
El puntal del megarrecorte sería llevar el famoso “corporate tax” desde 35% a 15%, más allá de que el estado de las cuentas públicas diste de ser el mejor. Trump se entusiasma con que sea la reforma más significativa desde la que hizo Ronald Reagan en 1986.
Si bien la reforma resignaría ingresos tributarios por hasta US$ 2 billones, el secretario del Tesoro, Steve Mnuchin, señaló anteriormente que la Casa Blanca está más preocupada, en el corto plazo, por impulsar el crecimiento económico hacia niveles de 3% o 4% (hoy merodea el 2%) y la creación de empleo que por el impacto en los ingresos del Gobierno. Sin embargo, creen en la Casa Blanca, que el impacto expansivo de la rebaja impositiva, más el onshoring de las empresas y la repatriación de capitales, podría generar que el resultado sea neutral en términos fiscales.
Hoy sería el anuncio, aunque la prensa especializada descarta que se conozcan los pormenores del plan impositivo. Asimismo, se espera que haya una rebaja impositiva para las familias, aumentando los márgenes de deducción, y una simplificación de los trámites.
Hacia el Congreso
Luego quedará el trabajoso paso por el Congreso. Allí quedó demostrado que Trump, pese a gozar de mayorías, no puede hacer lo que quiere y, ciertamente, siquiera los propios republicanos votarán un proyecto de ley que consideren dañino para la estabilidad fiscal
