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Dujovne cumple 100 días con números mixtos y grandes desafíos

Las metas fiscales se cumplirían de la mano del blanqueo, pero la actividad no termina de repuntar

25 abril de 2017

Sin demasiado ruido, ni demasiada gloria ni demasiadas penas, con altos y bajos, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, llegó a los cien días de gestión. Asumió a principios de año en un momento muy particular del Ministerio porque, tras un proceso de atomización que ya de por sí venía achicando la capacidad de maniobra de su titular sobre el tablero macro, en el mismo día de su asunción Hacienda y Finanzas Públicas se dividieron en dos partes más.

Aun así, entre sus primeras decisiones Dujovne achicó el plazo de las metas de resultado fiscal para el 2017 desde las anuales que había planteado su antecesor, Alfonso Prat-Gay, a unas trimestrales. Este jueves Hacienda publicará el resultado del primer trimestre y se espera que, de la mano del blanqueo, se haya logrado la meta de un déficit acumulado de 0,6%. Punto a favor. “La sobrecumpliremos”, dicen en Hacienda, y reconocen que los tests ácidos serán los próximos trimestres.

Por el lado del debe aparece un nivel de actividad que no termina de repuntar, alargando al “primer semestre” todavía un poco más. O al menos no repuntó todo lo que se esperaba.

La meta trimestral

Hay bastante consenso respecto a que las metas del primer trimestre en materia fiscal se habrán cumplido: el 0,6%, de la mano del blanqueo, no era tan complicado. Pero, al fin al cabo, lo que importa de unas metas es cumplirlas. En ese sentido, el economista jefe de Management & Fit, Matías Carugati, afirmó: “Creo que su principal tarea pasa por cumplir las metas trimestrales que se autoimpuso, como forma de ir cumpliendo de a poco con el objetivo de fin de año. Y por lo que dicen desde el Ministerio las metas se estarían sobrecumpliendo. Si se confirma, serían unos primeros cien días correctos. Los objetivos que se pusieron ellos mismos se están cumpliendo”.

Ayuda el blanqueo

Ahí surge un principio de controversia: viendo los números del resultado fiscal del primer bimestre se prevé que marzo terminará cumpliendo la meta, pero sólo si se toman en cuenta los ingresos del blanqueo. Parece casi seguro que, si no se tuviesen en cuenta esos recursos extraordinarios, la meta no se cumpliría. Es decir, que en términos de estructura de gasto y recaudación, aun no se dieron grandes pasos.

Si bien para algunos analistas ahí está el punto a mirar, Carugati y Lorenzo Sigaut Gravina (Ecolatina), coinciden en que lo importante es observar que a la hora de plantearse las metas Dujovne ya contaba con esos ingresos.

“La realidad es que el blanqueo son ingresos. En todo caso ahora se puede decir que será más difícil cumplir la meta en los próximos trimestres porque no vas a contar con esos recursos extraordinarios. Pero Dujovne, al plantearse las metas trimestrales, sabe que va a contar con esos recursos. Por eso el primer trimestre era 0,6%, que es una parte chiquita del 4,2% para fin de año”, sostuvo Sigaut Gravina.

Floja actividad

Otra cuestión que sirve mirar para juzgar la gestión de Dujovne, aunque tal vez en segundo plano por el ruido que aporta la atomización de ministerios, que quita margen de maniobra, es el nivel de actividad. “Al con tar con la Secretaría de Política Económica, uno supondría que están trabajando para coordinar desde ahí la política macro”, explicó Carugati.

En ese aspecto, las cosas parecen más complicadas a la hora de juzgar la gestión Dujovne. Para el economista del Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación Germán Abdala (ITE-FGA), Leandro Ottone, Dujovne se encontró, en términos de actividad, con un panorama más complicado de lo que esperaba: “Se encuentra con un primer trimestre, en términos de actividad, peor de lo que se había imaginado. Y esto le complica su meta fiscal para los próximos meses, por el lado de la recaudación. A eso no lo tenían tan claro. El primer trimestre cerrará nulo en términos de actividad y el segundo semestre sigue sin aparecer”.

Por ahora, los grandes desafíos de Dujovne parecen estar adelante de él: allí figura, como se dijo varias veces, el plan fiscal, que incluye congelar el gasto primario en términos reales y lograr que la economía crezca así se licúa su peso en el PIB. Por ahora, solo hay voluntad, que no es poco, claro. Y también figura la reforma tributaria, una asignatura pendiente de los últimos tiempos, que saldrá a la luz recién luego de las elecciones. Allí Dujovne se juega sus credenciales

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