Nunca manifestaron corrientes de simpatías mutuas. Y, por lo general, estuvieron en veredas opuestas cada vez que se dirimieron porciones de poder al interior del peronismo. Es más, los Kirchner se posicionaron más cerca de Eduardo Duhalde cuando su hermano Adolfo le recriminara al bonaerense conspirar contra su breve estada en la Casa Rosada, a fines del traumático diciembre de 2001, y sólo excepcionalmente Néstor y Cristina visitaron la provincia de Alberto Rodríguez Saá en sus sucesivos mandatos. Ese, precisamente, era uno de los dardos habituales del puntano para alegar discriminación o para cuestionar la ascendencia de Cristina al interior del peronismo.
No obstante, las cosas parecen haber cambiado en el último semestre. La común distancia crítica hacia el gobierno de Mauricio Macri y ciertos movimientos al interior del peronismo han hecho posible esta confluencia, ciertamente impensada poco tiempo atrás. Que tuvo, incluso, un primer encuentro entre Cristina y el gobernador de San Luis. El martes pasado, según trascendió, en el Instituto Patria. Allí, Rodríguez Saá y el exsecretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, se reunieron en febrero pasado a modo de gesto para alcanzar un “peronismo unido”. Y allí, el jueves próximo, el gobernador disertará en sobre su política de refugiados.
El gobierno de San Luis tomó la posta como “Estado llamante” para recibir refugiados. En este caso, siriolibaneses. Ya llegaron dos contingentes a la provincia, como parte del programa Corredor Humanitario San Luis. La medida fue valorada por la dirigencia kirchnerista y, en algún momento, se la contrapuso con algunas declaraciones oficialistas sobre migración. A eso se le suma la visita del mandatario provincial a la líder de la Tupac Amaru, Milagro Sala, en la cárcel de Jujuy donde se encuentra detenida desde enero del año pasado, con críticas al gobernador radical Gerardo Morales incluida. Y las críticas a la política económica del Gobierno Nacional. “Ellos comulgan con ideas del neoliberalismo, no les importa que le pasa a los humildes”, había dicho hace un tiempo. El desaire al presidente Macri, en febrero, cuando visitó la provincia para inaugurar una planta de efluentes cloacales en la ciudad capital completó el cuadro.
En cuanto al análisis del escenario electoral también parecen existir coincidencias. Ambos convocaron a un acuerdo “lo más amplio posible”, que no sólo incluya al peronismo, pero que contenga a la mayor parte de sus fragmentos. Esto tendría como condición necesaria respetar los liderazgos existentes en cada una de las provincias, dejando para más adelante cualquier resolución sobre la cuestión nacional. Rodríguez Saá, que nunca logró trascender los límites de su distrito, respaldaría, en este caso, una candidatura de Cristina o de algún referente del cristinismo en la provincia de Buenos Aires y el kirchnerismo, que gobierna la ciudad de San Luis, desistiría de las constantes críticas hacia su gobierno a nivel local.
