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Actividad emprendedora cae (pero mejora la calidad de los proyectos)

El último informe global del GEM muestra que se incrementaron los emprendedores que inician su negocio por oportunidad

06 abril de 2017

La actividad emprendedora disminuyó casi 20% el año pasado hasta alcanzar a 14,51% de la población adulta, con un avance del miedo al fracaso y del cierre de los proyectos en la etapa temprana. Los datos del último informe del Global Entrepreneurship Monitor (GEM), realizado en Argentina por el Centro de Entrepreneurship del IAE, revelan que, a pesar de la caída general, crecieron la innovación y las iniciativas traccionadas por oportunidad.

“La disminución de la Tasa de Actividad Emprendedora (TEA) no es necesariamente una mala noticia”, dijo Silvia de Torres Carbonell, Directora del GEM en Argentina. “Vemos una mayor caída de los proyectos por necesidad y una mayor proporción de aquellos que se generan por oportunidad”.

En 2016 el 9,7% de los adultos que son parte de la TEA, emprendió por oportunidad, lo que supone el 67% en términos relativos. Y el motivo que más avanzó fue el de oportunidad de mejora hasta representar 50% de la TEA . El porcentaje que dijo hacerlo por necesidad fue de 4,5% en 2016, una reducción respecto a 2015 cuando sumó 5,28%.

La ex subsecretaria de Industrias Creativas del GCBA y también presidente del centro del IAE aclaró en la presentación del informe que emprender por necesidad significa muchas veces no tener otra manera de generar ingresos. “Por eso, debe existir una oportunidad detrás para que ese proyecto apueste a la calidad y a la creación de valor”.

Una de las variables críticas y cuyo crecimiento crea una alerta en el informe es el miedo al fracaso. Cerca de 34% teme que le vaya mal, frente a 23,5% en 2014 y 25,8% de 2015. “El miedo al fracaso avanza sobre la población y esto evitaría que se comience un nuevo negocio”, destaca el GEM. En parte, esta variable explicaría la caída en la TEA.

El avance del miedo al fracaso se corresponde, en realidad, con la situación real de los emprendedores en los últimos años. En 2016 el 4,25% de la población adulta respondió haber salido de un negocio en los últimos 12 meses. Y ese porcentaje es el punto más alto de un proceso de incremento en el cierre de los emprendimientos: 3,83% en 2013, 3,38% en 2014 y 4,09 % en 2015.  Los encuestados argentinos afirman que el motivo principal para abandonar el proyecto es la falta de rentabilidad y los problemas para conseguir financiamiento.

Mejores perspectivas

El 44,3% de argentinos ve buenas oportunidades para comenzar un nuevo negocio en los próximos 6 meses. Si bien este indicador está dos puntos porcentuales por debajo del mismo valor de 2015, sumó 10 por sobre el valor del 2014 (32%). Asimismo 61% cree tener las capacidades y habilidades para hacerlo y tres de cada 10 apuesta de forma efectiva a comenzar un proyecto en los próximos tres años.

En términos de innovación, Argentina presenta muy buen posicionamiento respecto a la región tanto a nivel de producto, como a apertura de nuevos mercados. El 24,8% de los emprendedores de la TEA declaran estar innovando en ambos ejes. Y este valor subió 2 puntos respecto al 2015 y 4 frente a 2014.

También se duplicaron las aspiraciones de internacionalización de los proyectos. El 0,33% de los adultos involucrados en algún tipo de emprendimiento en etapa temprana declara tener más del 50% de sus clientes en el exterior. El 87% no tiene clientes fuera del país y casi el 5% tiene entre el 25% y el 100% de sus clientes en el extranjero.

Asimismo, respecto a años anteriores, se redujo la tasa de “Firmas Empleadoras” (aquellas que esperan crear algún puesto de trabajo),  mientras que creció levemente la tasa de “Firmas Empleadoras de alto impacto” (aquellas que esperan crear 19 o más puestos).

Perfil emprendedor

Argentina presenta un perfil similar al del resto del mundo: hay una mayor cantidad de emprendedores entre los 25 y los 44; aunque crece la cantidad de emprendedores jóvenes de entre 18 y 24 años. Asimismo se observa un crecimiento de proyectos liderados por personas de entre 44 y 64 años: gente mayor que cierra un ciclo en su vida laboral y profesional e incursiona en el mundo emprendedor.

Respecto al género de los emprendedores,  en América Latina y en Argentina creció el 1% el emprendimiento femenino frente al masculino: entre los que emprenden 55% son hombres y 45% mujeres. Argentina está dentro del promedio regional, siendo México el más avanzado en proyectos femeninos. Por su parte, el nivel educativo de los adultos involucrados en las iniciativas es bastante alto: 44% aseguró tener nivel terciario, o universitario completo o en curso.

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