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La otra cara: cómo ve el PRO a sus socios

23 marzo de 2017

Ha sido habitual escuchar comentarios sobre las quejas que tienen algunos radicales sobre el lugar que les otorga el PRO. Y si bien no suelen hacerse públicos los cuestionamientos, que a su vez le hacen sus socios al centenario partido, también existen. Los dirigentes de la UCR dicen que no son consultados ni escuchados lo suficiente y eso lleva que el Gobierno cometa errores por la falta de experiencia de sus cuadros. A su vez, creen que podrían tener más cargos en el Gobierno de los que ocupan actualmente. Los radicales reconocen que Cambiemos fue una exitosa herramienta electoral y que funciona razonablemente bien como coalición parlamentaria. Pero aspiran a más y por eso en la reciente de reunión de Villa Giardino varios participantes propusieron a apuntar a una coalición política o incluso de gobierno pese a que Mauricio Macri desechó hace tiempo esa alternativa. A su juicio el Poder Ejecutivo es unipersonal y él designará para cada puesto a quien considere más capacitado para ejercerlo con independencia de su origen partidario.

En el macrismo se tiene una visión positiva sobre la actitud del radicalismo en esta etapa y le valoran haber defendido al Presidente en todos los temas sensibles. Pero también tienen visiones críticas sobre algunos aspectos de su funcionamiento. Un aspecto que cuestionan es el excesivo internismo y la falta de un liderazgo nacional detrás del cual se encolumne a todo el partido. A los ojos del PRO, que es una estructura vertical y cuyo fundador y líder es hoy Presidente, la UCR aparece demasiado fragmentada con líderes diferentes en cada una de las provincias. También le cuestionan la falta de renovación de cuadros ya que quisieran tener interlocutores más jóvenes y asociados a la idea de cambio con la cual busca identificarse el Gobierno. La UCR de Mendoza es probablemente con la que el macrismo se siente más cómodo. Elogian la tarea del gobernador Al fredo Cornejo y consideran que Enrique Vaquié hará una gran tarea desde la vicepresidencia del Banco Nación. A su vez, su comprovinciano Luis Petri es el diputado radical favorito de la Casa Rosada.

La relación con Elisa Carrió tampoco es fácil porque a esta altura mantiene un vínculo bilateral con el Presidente y con pocos más. Se alejó de muchas figuras del oficialismo con las cuales tenía buena relación. En los casos de Gabriela Michetti y María Eugenia Vidal lo hizo por algunas decisiones vinculadas a sus gestiones y de Ernesto Sanz por su amistad con Ricardo Lorenzetti, a quien Carrió detesta. Por eso, ya anunció que eventual candidatura sólo la discutirá con Macri. Pero el Presidente, como casi todo el PRO, tiene posición tomada y quiere que compita en la CABA. Ninguna de estas situaciones generará tensiones importante dentro de Cambiemos y siquiera cabe esperar la realización de primarias en algún distrito más allá de las amenazas que se hagan en ese sentido, pero para terminar luego negociando la integración de las listas de candidatos desde una posición, supuestamente, de mayor fortaleza.

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