Las disparidades entre los barrios del norte y del sur de la Ciudad de Buenos Aires son sabidas, pero quedan absolutamente claras si se observan datos de las distintas dimensiones que hacen a la calidad de vida. Un informe elevado recientemente por el Consejo Económico y Social de la Ciudad (CESBA) al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, muestra que las familias del sur tienen peores condiciones de salud, que redundan en una expectativa de vida más baja y una mayor mortalidad infantil. Además, el informe revela que las familias pobres deben dedicar 72 años de trabajo y ahorro para poder comprar una casa ?expectativa que impulsa la inquilinización?, mientras que a las de mejores ingresos les alcanza con 5 años.
“La igualdad de oportunidades para el acceso a la salud, la educación, el transporte público, la seguridad, entre otros, no puede ser considerada como optativa sino como la exigencia universal que debe garantizar toda ciudad a sus habitantes en pos de la calidad de vida”, sostuvo Federico Saravia, presidente del CESBA, al presentar el informe.
Empleo
En lo que respecta a la desocupación, los datos oficiales de la Ciudad señalan que alcanzó el 9,8% durante el tercer trimestre de 2016. Sin embargo, al analizar los resultados según la zona geográfica se observa el manifiesto desequilibrio entre el norte y el sur. Mientras en el norte la tasa de desocupación fue de 4,6%, en el centro fue de 9,9%, y en el sur, fue de 14,5%. A nivel nacional, la cifra del Indec sobre desempleo fue de 8,5% para el tercer trimestre, y la del Observatorio de la Deuda Social de la UCA fue un poco superior: 9,9%.
El promedio de ingreso per cápita familiar más bajo se encuentra en la zona de Villa Lugano, Villa Soldati y Villa Riachuelo, con un ingreso promedio de $4.947 a $6.687 (son datos del 2015). En la zona de Nuñez, Palermo y Recoleta, este ingreso se duplica: va de los $11.919 a los $13.651. El trabajo no registrado también golpea con mayor fuerza a los barrios sureños, llegando al 38% en la comuna 8.
Vivienda
En cuanto a la vivienda, la zona de mayor hacinamiento en la ciudad es la comuna 1 (el centro), donde el 26,4% de los hogares presentan este problema. Paradójicamente, es en esa misma zona donde se registran los mayores niveles de viviendas desocupadas (problemática que en el país no cuenta con una normativa específica, como sí ocurre en otros lugares del mundo).
Calculando el esfuerzo que deben hacer los hogares para adquirir un departamento usado de tres ambientes y de aproximadamente 60 m2 (tomando como referencia el ingreso per cápita familiar de población porteña y el valor promedio del suelo), el CESBA estimó que mientras una persona de un hogar ubicado en el decil más pobre requiere 865 ingresos medios para acceder a la compra de la vivienda, quien se ubica en el decil más rico requiere sólo 69 ingresos. Esto significa que para comprar una vivienda de esas características, el esfuerzo de una persona de un hogar pobre equivale a más de 72 años de trabajo y ahorro, mientras que para una persona con alto poder adquisitivo, serían suficientes poco más de 5 años.
Salud y educación
En los barrios del sur se encuentra la mayor cantidad de personas cubiertas sólo por el sistema público de salud, es decir, sin obra social ni prepaga. El dato coincide con un promedio de edad de fallecimiento menor al resto de la capital (de 71 años contra 79 en la zona norte) y con una mortalidad infantil que la duplica a otros barrios con mayor incidencia de cobertura de salud.
La población que no finalizó el secundario en la zona de Palermo y Nuñez es menor al 5% y la situación va empeorando en los barrios ubicados más al sur, llegando a medir alrededor del 30% en la zona de Villa Lugano y Villa Soldati.
