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En 2017, subsidios a la energía caerán 36% hasta $135.834 M

14 marzo de 2017

A contramano de lo que sucedió el año pasado, cuando a pesar de la suba de las tarifas de energía eléctrica, gas, agua y transporte no se redujeron los subsidios económicos, este año sí se recortará esa masa de transferencias como consecuencia de la nueva modificación tarifaria y la menor suba del tipo de cambio, asegura un informe del Estudio Bein publicado ayer.

Los subsidios económicos ?tanto energéticos como los destinados a otros rubros; principalmente, el transporte? alcanzaron los $ 290.813 M en 2016, lo que había implicado un avance de 53% en términos nominales con respecto a los $ 189.042 M del año anterior y un salto de 3,2% del PIB a 3,6%.

De esos subsidios, más de dos tercios ($ 211.245 M) estaban destinados al sector energético, con CAMMESA y Enarsa como principales receptores. Pero pese a la fuerte suba de tarifas, lejos de caer, esos recursos se habían expandido (67% en términos nominales o de 2,2% a 2,6% como porcentaje del PIB) por el aumento de los costos como consecuencia de la devaluación y la suba del precio de gas en boca de pozo, la demora en la aplicación de los aumentos, el adelanto en diciembre de cerca de $ 50.000 M correspondientes a este año para aprovechar el ingreso extra de recaudación por efecto del blanqueo, y el hecho de que una porción no menor de la tarifa fue a mejorar la ecuación económica del sector energético como mecanismo para favorecer las inversiones en el sector luego de años de desinversión, según el informe.

No obstante, este año mostrará mejores avances en ese plano, asegura la consultora. “En función de la información disponible sobre subas tarifarias en electricidad y gas, y con una corrección probable en los boletos de transporte de alrededor de 35% y con las nuevas proyecciones macroeconómicas del Estudio, los subsidios a sectores económicos caerían algo más de 20% interanual en 2017, representando alrededor de 2,2% del PIB durante el corriente año frente a 3,6% en 2016 y 3,2% en 2015”, plantea el informe y añade que a su vez, “la suba del tipo de cambio será significativamente menor a la del año pasado, moderando el incremento en los costos de los combustibles medidos en pesos, y, por lo tanto, llevando a un ahorro fiscal considerable”.

En base a las proyecciones del Estudio Bein, los subsidios energéticos caerían a $ 135.834 M, lo que significaría un recorte de 36% en términos nominales. En este marco, la reducción más fuerte se daría en los fondos enviados a CAMMESA (-37% en términos nominales), seguidos de los envíos para financiar el recientemente renovado Plan Gas (-33%) y las transferencias a Enarsa (-30%). En total, los subsidios energéticos pasarían a representar apenas 1,3% del PIB.

En lo que hace a los subsidios económicos en sentido amplio, si bien se espera una reducción, aún resta conocer si se incrementarán las tarifas de transporte y los envíos a las empresas públicas no vinculadas al sector energético (como Aysa o Radio y Televisión Argentina) y en qué magnitud lo harán.

Impacto al bolsillo

En otro plano de análisis, el Estudio Bein aborda también el impacto que tendrán las subas en los servicios energéticos sobre el poder adquisitivo de la población y advierte sobre un dato significativo a nivel político, teniendo en cuenta la dinámica del cronograma electoral.

“Si bien el impacto sobre los índices de precios va a estar concentrado entre febrero y mayo ? explica? el impacto sobre el bolsillo seguramente se va a sentir con toda su fuerza en junio/julio”. Así sucedió, recuerda, con el incremento del año pasado. Y si bien no ve factibles “trabas judiciales” como en aquella oportunidad, afirma que “se corre el riesgo de que el impacto en el bolsillo de los aumentos tarifarios (superiores a lo que se esperaba) erosione aún más un salario mermado ya por paritarias austeras”.

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