Que Argentina tiene recursos naturales abundantes no es novedad. Tien algunos, incluso, que ni sabía que tenía hasta hace poco. Con un mundo que cambia tan rápido (y los incentivos correctos), más temprano que tarde puede convertirse en un global player en mercados que, hasta hace algunos años, eran solo promesas.
Una de las estrellas de los próximos años (y décadas, ojalá) puede ser el litio, un insumo clave para baterías que yace de modo profuso en el norte argentino, así como en Chile y Bolivia.
Así lo expresó ayer un interesante artículo de Bloomberg. “Aun siendo conservadores, Argentina va a representar cerca del 50% de la producción global de litio en 2020”, dice el artículo. Si
todos los proyectos en danza prosperan, puede llegar a producir a razón de 165.000 toneladas anuales, algo así como el 45% del total mundial. Y los precios del litio, según expertos, podría subir hasta 15% en 2017. ¿La nueva soja?
Según el secretario de Minería, Daniel Meilán, Albemarle Corp., Sociedad Química y Minera de Chile, Eramet, Jiangxi Ganfeng Lithium y la china CITIC están entre las interesadas. Meilan anticipó, además, que habrá un régimen impositivo uniforme y acordado entre el Gobierno y las provincias (las dueñas de los recursos, según la Constitución) y que el canon no superará el 3%. Ese acuerdo será tratado por el Congreso, anticipó Meilán, en unos meses más.
