El Senado aprobó ayer por unanimidad el proyecto de Ley de Emprendedores que venía de Diputados, y de este modo, convirtió en ley la iniciativa impulsada por la Secretaría de Emprendedores y Pymes del Ministerio de Producción, y elaborada en colaboración con la Asociación de Emprendedores de Argentina (ASEA).
Tras la publicación en el Boletín Oficial, la ley debe ser reglamentada por el Ministerio de Producción, en conjunto con los equipos técnicos del Ministerio de Hacienda, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), la Inspección General de Justicia, el Banco Central de la República Argentina y la Comisión Nacional de Valores.
La ley promueve la constitución de empresas en 24 horas, dispone beneficios fiscales a los que inviertan en emprendimientos, establece préstamos para impulsar proyectos en su etapa inicial y mecanismos usuales hoy en otros países para favorecer en Argentina el surgimiento y desarrollo de empresas a partir de ideas innovadoras, un paso clave para la generación de más y mejor empleo.
“Este Gobierno asumió la responsabilidad de apoyar a los argentinos con sus ideas porque cree en su potencial. Como parte del Plan Productivo Nacional, estamos eliminando obstáculos, impulsando la innovación y mejorando el acceso al financiamiento para la creación de nuevas empresas”, señaló el ministro de Producción, Francisco Cabrera.
Por su parte, Mariano Mayer, secretario de Emprendedores y Pymes, puntualizó que “emprendedor es todo aquel que tiene una idea innovadora y está dispuesto a asumir riesgos para hacerla realidad. La Argentina tiene ese espíritu en su ADN y eso es lo que queremos fomentar”.
Batería de medidas
Uno de los aspectos centrales de la ley se vincula a la simplificación de los trámites de registración de las empresas. En este sentido, la ley dispone la creación de empresas en un día por Internet, una de las promesas de campaña del presidente Mauricio Macri. En la actualidad registrar una empresa en el país insume entre 45 y 60 días, lo que “representa un incremento significativo de los costos y, en consecuencia, favorece la informalidad del sistema económico”, señala un comunicado del Ministerio de Producción.
Se establece una nueva figura jurídica, la Sociedad por Acciones Simplificada (SAS), la que podrá crearse y administrarse en forma digital desde cualquier lugar del país. Además, se podrá abrir una cuenta bancaria simplificada y digitalizar firma, libros y poderes, incorporar uno o más accionistas y emitir acciones de mismo derecho a diferente precio.
El capítulo de financiamiento también es relevante en la nueva ley. Para desarrollar el capital emprendedor se contemplan beneficios impositivos destinados a inversores registrados que apuesten por el desarrollo de ideas.
También se crea el Fondo Nacional de Capital Emprendedor (FONDCE), un fideicomiso por el que se crearán fondos de capital emprendedor público-privados. Serán 10 fondos con 40% de inversión pública, con un capital mínimo de US$30 millones cada uno y contarán con administradores privados que seleccionarán los proyectos. Fernando Schettini, socio de S&A, destaca la posibilidad de ingreso a nuevas empresas a través del sistema crowdfunding. “Se trata de un sistema de financiamiento colectivo por el cual distintos individuos interesados en una 'startup' determinada pueden invertir una parte para llevarla a cabo”, explica.
Las aceleradoras también tendrán su beneficio. Se seleccionarán 13 de ellas (3 de base científica) con licencias por cuatro años, que recibirán aportes para gastos operativos y para “inversión conjunta en emprendimientos argentinos”, señala Producción. Y se prevé también créditos para la etapa inicial de proyectos, con préstamos a tasa cero.
