El ministro de Energía y Minería, Juan José Aranguren, aseguró que la suba de las tarifas promedio del servicio de gas que comenzará a regir a partir del primer día de abril “va a estar en el orden del 30% a 40%”, una vez contemplados tanto el incremento del 10% en el precio de gas en boca de pozo propuesto por la cartera energética en la audiencia pública del viernes pasado, como las subas correspondientes en los segmentos de transporte y distribución.
Asimismo, ratificó que el aumento pedido por las distribuidoras será escalonado en tres etapas para evitar un impacto fuerte en términos inflacionarios y sobre el poder adquisitivo. “Ese valor que tiende a corregir el atraso de la última década lo vamos a partir en tres etapas: en abril, en noviembre, y en abril del año próximo”, esgrimió en diálogo con radio Mitre bajo el argumento de que es “para morigerar el impacto en la factura final del usuario”.
De todos modos y a pesar del costo político y económico que enfrenta el Gobierno cada vez que se produce un nuevo incremento, defendió una vez más el sendero elegido en la materia. “Pretender que la energía es barata y que la vamos a pagar al 10% o 20% de lo que cuesta producirla, generarla, no es gratuito para los argentinos. El sistema tarifario llevó a los argentinos a la ilusión de que la energía era gratis (pero) era totalmente ilusorio, porque igual lo estamos pagando con el déficit fiscal que luego se transformaba en inflación”, contrapuso.
