A un mes de la fecha de inicio del ciclo lectivo y luego de la decisión del Gobierno Nacional de negarse a instalar una referencia, arranca hoy la negociación de las paritarias docentes en la provincia de Buenos Aires. Funcionarios del gobierno de María Eugenia Vidal y representantes gremiales comenzarán a analizar en la Comisión Técnica Salarial la estructura de sueldos y pondrán en la mesa las pretensiones de cada parte, lo que anticipa una discusión ardua. Mientras los docentes piden una recomposición superior al 30%, el Gobierno buscará inclinarse hacia el 18%.
“Nosotros vamos a reunirnos en la mesa paritaria con la mente muy abierta y vamos a discutir todo lo que haya que discutir porque queremos que el 6 de marzo empiecen las clases”, dijo el director general de Cultura y Educación bonaerense, Alejandro Finocchiaro, quien se declaró “optimista” para iniciar la negociación. De todos modos, el funcionario anticipó que sólo ofrecerán “lo que se pueda pagar”. El encuentro se producirá a partir de las 15, en la sede del Ministerio de Economía provincial.
Por su parte, el titular del Sindicato Unico de los Trabajadores de la Educación de la provincia de Buenos Aires (Suteba), Roberto Baradel, adelantó que no aceptarán “un tope del 18%” ?que es el ideal ya cristalizado en el acuerdo de Vidal con los estatales provinciales? “porque incluso las consultoras cercanas al oficialismo proyectan una inflación de 25% para el 2017”. Además, buscarán recuperar el salario adquisitivo perdido durante el 2016. En este marco, Baradel señaló que en la reunión propondrán un aumento “de entre 33% y 35%”.
Por decisión del Gobierno de Mauricio Macri, la discusión docente diferirá este año de las de los últimos años. No contará con la referencia establecida en el marco de la paritaria nacional, que fue suspendida pese a estar mandatada por ley. En el artículo 10 de la ley 26.075 se indica que el Ministerio de Educación juntamente con el Consejo Federal de Educación y las entidades gremiales docentes con representación nacional, acordarán un convenio marco que incluirá pautas generales referidas a: a) condiciones laborales, b) calendario educativo, c) salario mínimo docente y d) carrera docente. El Gobierno alegó que esa discusión, que se disponía como herramienta para garantizar un piso salarial en todas las provincias del país, se ve reemplazada por la reglamentación que se hizo el año pasado de la adecuación automática del salario docente respecto del Salario Mínimo, Vital y Móvil (debe superarlo en un 20%).
En este marco, y cuando hay versiones que señalan que la intención del Gobierno es ir reduciendo año a año el volumen de dinero que envía a las provincias para “compensar” las desigualdades ?lo que también está fijado por ley?, cada gobernador deberá buscar su propio acuerdo.
Los gremios docentes públicos y privados manifestaron su repudio a este mecanismo. Baradel, incluso, consideró que se trata de una “vuelta a los '90, cuando cada provincia pagaba los sueldos que podía sin ayuda del poder central”.
Varios gobernadores se reunieron la semana pasada en el Consejo Federal de Inversiones (CFI) para intentar establecer un criterio común de cara a las negociaciones, y le pidieron al Gobierno que no achique los fondos compensatorios. Si bien aceptaron negociar con los docentes sin la referencia nacional, muchos se mostraron disconformes. El gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, que no participó de la reunión, calificó a la decisión oficial como como una “avivada” que tiene la intención de “pasarle el conflicto a las provincias” en el marco de un año electoral.
