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Un tarifazo que complica la batalla contra la inflación

01 febrero de 2017

Los consultores escucharon ayer atentamente las palabras de Juan José Aranguren, afinaron el lápiz y publicaron sus nuevas proyecciones. Por ahora, todos mantienen sus pálpitos para todo 2017, aunque el sesgo es hacia el alza. El primer trimestre, sin embargo, será más inflacionario.

Los números

¿Qué dijeron? “Estimamos que esta corrección tarifaria tendrá una incidencia directa de 1,3% en la inflación de AMBA distribuida en 0,4% en febrero, 0,5% en marzo y 0,3% en noviembre. A partir de esto, la suba de precios regulados traerá un rebote transitorio de la inflación en el primer trimestre, postergando nuevas bajas en las tasas del BCRA. Esperamos una inflación de 1,7%, 2% y 2% para enero, febrero y marzo reflejando la suba de la luz. Con estos nuevos números, el cumplimiento de la meta oficial con techo de 17% requiere una inflación promedio de 1,1% para el resto del 2017”, expresaron desde Elypsis.

Allí se juntan varios hilos. Por un lado, menos incentivos para que Federico Sturzenegger & Cía. bajen las tasas de interés, algo que se está viendo desde finales de noviembre (y se repitió ayer) y que nunca es positivo para los niveles de actividad. Por otro, más estímulos para que los sindicatos aumenten sus pretensiones salariales: las paritarias se van a hacer con una inflación levemente más elevada, y además con una pérdida del salario real de 2016 que superó los 5 puntos. Por último, el Gobierno deberá elegir entre reactivar (y ceder su meta inflacionaria) permitiendo mayores subas salariales que apuntalen el salario real o priorizar la meta inflacionaria y sacrificar 2-3 puntos de crecimiento. En la vida hay que elegir?

La visión de Ecolatina

A números ligeramente más elevados llegaron en Ecolatina. “Las tarifas de luz costarán 79% más (aproximadamente 35% en febrero y 34% en marzo). Así, el nuevo cuadro anunciado sumaría en total a la inflación 1,5 punto porcentual (0,65 punto en febrero y 0,85 punto en marzo)”, manifestaron, y añadieron: “Aunque este alza ya estaba prevista desde fines del año pasado, el incremento no es menor, sobre todo teniendo en cuenta que se agregan las subas en otros rubros, como prepagas (+6%). Teniendo en cuenta la dinámica de las últimas semanas (en particular, el incremento de las naftas de la segundaquincenadeenero, quetendrá impacto pleno sobre el índice de precios en febrero), para el segundo mes del año proyectamos una inflación de 2,2% mensual, lo que implicaría una aceleración respecto del registro del mes anterior (+1,7% mensual en enero según a nuestra estimación)”.

Y recopilan: “Junto al incremento de la electricidad, este año también habrá subas en el servicio de gas (superaría el 100%), transporte (+25% anual), y nuevos aumentos en prepagas y naftas (+25% en total para el año, en ambos casos)”. Si todas se concretan, “estas subas agregarían aproximadamente 7 puntos porcentuales a la inflación de 2017”. En números, esperan una suba de precios de 24%, cuatro puntos más que Elypsis. Y también que el promedio del mercado: el REM de diciembre se posó en 20,7%.

Además de todos estos precios regulados, está la maldita inercia (o “efectos de segunda ronda”): los mecanismos de actualización que tienen todos los agentes para no perder poder de compra mientras se desata el proceso inflacionario, y son bastante difícil de predecir. ¿Estará computado ese riesgo en los modelos econométricos de las consultoras? El 2016 no dejó un antecedente no positivo, diría Cleto: la inflación terminó arriba de 41% y recordemos que el Gobierno (y algunos privados) la esperaban en 25%.

Los desafíos

En diálogo con El Economista, el analista Federico Furiase (Estudio Bein) analiza el impacto de la corrección tarifaria sobres tres aspectos claves.

Política monetaria

“Con un BCRA con todas las fichas puestas en anclar las expectativas a la meta de inflación (12-17%), seguirá mantenimiento el sesgo contractivo de la política monetaria para acotar los efectos de segunda ronda de la corrección tarifaria y para mantener, vía la señal de la tasa, un dólar tranquilo, intentando anclar expectativas frente a las negociaciones paritarias que se avecinan”, sostiene.

Salario real

“Si bien el atraso tarifario en el sector de la energía eléctrica requiere de un sendero de corrección gradual que permita ir bajando la carga de subsidios y colaborar en la baja del déficit fiscal, esta transferencia de ingresos tiene un impacto negativo en el poder adquisitivo de los salarios, sobre todo teniendo en cuenta los efectos de segunda ronda y que, además, se viene un calendario de aumentos en otros servicios”, argumenta. Por eso será clave, advierte, que la nominalidad de los salarios permita una recuperación nítida del salario real que impulse el consumo privado, el canal de tracción de corto plazo sobre la economía real (el consumo privado pesa 72% en el PIB a precios constantes).“ Habráqueestaratentosalnivel en el que se acuerden las paritarias y a la trayectoria del tipo de cambio, que junto a los aumentos tarifarios terminarán definiendo la dinámica inflacionaria y del salario real”, dice.

Política Fiscal

Si bien la suba de las tarifas intenta ayudar a bajar la carga de subsidios y a bajar el déficit fiscal, Furiase expresa que, “con costos de la energía eléctrica vinculados al dólar, hay que estar atentos a la evolución del tipo de cambio para medir el ahorro fiscal”.

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