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“Se vienen tres meses delicados”

24 febrero de 2017

“Es preciso puntualizar que se vienen tres meses muy delicados en materia de inflación. De acuerdo a lo ya anticipado, durante estos meses la corrección de precios regulados moverá al nivel general de la inflación algo por encima de lo que venimos experimentando”, dijo ayer Federico Sturzenegger, presidente del BCRA, en un largo discurso en un almuerzo organizado por el Instituto Argentino de Ejecutivos en Finanzas (IAEF) en el que participó El Economista. Ciertamente, los ajustes tarifarios venideros (electricidad en febrero y marzo, gas en abril y el posible retoque en transporte, entre los más importantes) ponen un piso de 2% a la inflación de esos meses, muy por encima del 1,2% de diciembre y el 1,3% de enero que arrojó el IPC del Indec.

Eso, anunció, Sturzenegger implica que las tasas (hoy en 24,75%, mismo nivel que tienen desde finales de noviembre) seguirán un tiempo allí por un tiempo más. “Les anticipo que en febrero estamos observando un repunte en la evolución de los precios, fundamentalmente en el nivel general, primordialmente motorizado por los precios regulados, respecto del valor observado en enero. Por esto, pero además porque el ritmo de 1,2% a 1,3% mensual que llevan los precios no regulados desde noviembre es demasiado alto para lo que pretendemos para este año, no vemos margen alguno por el momento para el relajamiento de la política monetaria”, admitió Sturzenegger durante el almuerzo realizado ayer en el Hotel Sheraton de Retiro.

Optimismo con metas

Sin embargo, y como de costumbre, se mostró muy confiado en lograr la meta establecida de 12%-17%. “Si se toma el semestre comprendido entre julio de 2016 y enero de 2017, el nivel general de la inflación acumuló un alza de precios de 8,1%, que anualizado da 16,8%, un ritmo ya dentro del rango 12%-17% buscado para fin de este año”, dijo el banquero y agregó: “La consecuente suba de los precios de los bonos en pesos (un hecho inédito en nuestro país, apostar a un título en pesos y ganar con la apreciación del capital invertido) es evidencia de que el mercado también está viendo la consolidación del proceso de desinflación en curso”.

También sugirió, quizás con algo de optimismo, que los propios sin dicatos han internalizado esa pauta para negociar sus acuerdos salariales, algo que no se observa ayer, por ejemplo, en las paritarias docentes de la ciudad y la provincia de Buenos Aires. “Vemos que las negociaciones salariales se están llevando adelante con un foco claro en el futuro (?) Está claro que la discusión paritaria hoy gira en torno de las metas de inflación y no sobre la inflación pasada. Esto lo vemos como un logro para el proceso de coordinación de expectativas de todos los actores sociales”, sentenció “Freddy”.

El tipo de cambio

Sturzenegger también se refirió a uno de los temas más comentados por el mercado estos días: el atraso del dólar. Antes de entrar en los números, el titular del BCRA dijo: “Permítanme una breve referencia al tema del tipo de cambio. Es importante remarcar que el mismo no constituye un ancla de nada para este BCRA, así como tampoco es un elemento que será manipulado adrede como herramienta de corrección”.

El tipo de cambio real multilateral, explicó,” se encuentra hoy por hoy 22% por encima del nivel vigente previo a la apertura del cepo. Si a eso le sumamos la reducción de la carga impositiva sobre las exportaciones, el incremento en el tipo de cambio real multilateral efectivo es de 31% respecto de aquel período”. Eso fue posible gracias a la “belleza del tipo de cambio flotante”.

“Por ejemplo, tras el resultado de las elecciones en EE.UU. muchas monedas de los países emergentes se depreciaron respecto al dólar. Si no hubiésemos contado con un tipo de cambio flotante capaz de acomodarse a esos movimientos, nuestra moneda se habría apreciado notablemente en relación a las de nuestros socios comerciales. Bajo este contexto de flotación, verificamos también que el peso está correlacionándose en mayor medida con los movimientos cambiarios de los demás países de la región”, dijo, y le quitó centralidad a la paridad peso- dólar. Se tiende a poner un énfasis particular en la relación peso-dólar. “Sin embargo, nosotros encontramos que esta relación, desde el punto de vista de nuestro comercio exterior, es bastante poco relevante. Más aún en momentos como este, en el que el dólar cambia de valor bastante significativamente respecto del resto de las monedas en conjunto. En este mundo globalizado, el tipo de cambio que hay que mirar es el tipo de cambio multilateral, una suerte de 'combo' que toma en cuenta todas las monedas relevantes para nuestro comercio”, expresó.

“El tan mentando fenómeno de atraso cambiario, creo que surge de esta obsesión de focalizarse en la paridad peso dólar, ya que, como digo, hace más de seis meses que el tipo de cambio real multilateral está constante sin movimientos en uno u otro sentido”, ratificó el banquero central.

Además, “la competitividad de una economía no sólo se mide por la arista cambiaria, sino que también hay otros factores involucrados. Por el lado impositivo, el Poder Ejecutivo ha reducido la carga tributaria a las exportaciones. Por el lado regulatorio, el cepo, que ahogaba nuestra economía, ya no existe. Y a esto debe sumársele la significativa reducción del costo de capital para las empresas en el sector transable de nuestra economía, las cuales ahora pueden financiarse a tasas inéditamente bajas, que el año pasado rondaron entre un 2% y 3%, y este año continúan reduciéndose. Todos estos factores estimulan directamente la competitividad de nuestras actividades económicas”.

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