El Gobierno decidió reabrir la embajada de Argentina en Singapur, que había sido cerrada en 2002 por Eduardo Duhalde por falta de recursos. La medida fue dispuesta mediante el decreto 116/2017, publicado ayer, con las firmas del Presidente y la canciller Susana Malcorra.
Así, la representación argentina en el pequeño y dinámico país asiático ya no dependerá de la sección consular de Indonesia. Las relaciones diplomáticas con Singapur se establecieron el 12 de septiembre de 1974 y ese mismo año se abrió allí la embajada argentina. Desde entonces, la sede diplomática fue cerrada y reabierta en varias oportunidades.
El objetivo inmediato para las autoridades de Cancillería consiste en revertir el retroceso reciente del comercio bilateral, que en 2016 apenas superó los US$ 200 millones y utilizar la sede como plataforma para ingresar a ese mercado y también a todo el sudeste asiático.
Aunque Singapur es apenas una ciudad-Estado de 5,5 millones de habitantes y una superficie equivalente a un tercio de la de Tierra del Fuego ?o 3,5 veces el área de la Capital Federal?, las expectativas oficiales y las cámaras empresarias del agro y la industria radican en su rol estratégico en la región más dinámica del planeta.
En apenas medio siglo y con un régimen modelo de liberalismo, Singapur se convirtió en uno de los más importantes centros de inversiones, comercio, servicios y finanzas del planeta.