“Priorizo mucho responderle a la gente. Preferiría que se queden todos en sus tareas. Necesito que haya velocidad en la resolución de los problemas”. De esta forma, el presidente Mauricio Macri, en Rosario, mostró su intención de que sus ministros permanezcan en sus cargos y no sean candidatos en las elecciones de medio término de este año. “Les llevó todo un año entender la herencia que recibíamos, cual era la tarea”, sostuvo, como argumento. A modo de ratificación de lo que había había dicho cuando se le preguntó por el caso específico del ministro Esteban Bullrich y la posibilidad de que lo sea por la provincia de Buenos Aires. Y, de alguna manera, mostrando las primeras cartas de campaña.
Territorio
A su vez, también se metió en terreno santafesino, uno de los más complejos para Cambiemos. Propuso que José Corral, intendente de Santa Fe y presidente de la UCR sea el candidato del oficialismo nacional. “Tengo un enorme compromiso como intendente de Santa Fe, pero la verdad que sería bueno para Cambiemos en Santa Fe que él asumiese ese rol (de candidato), pero todavía no se habló”, sostuvo, nada inocentemente. El radicalismo provincial forma parte del Frente Progresista Cívico y Social y cogobierna la provincia con el Partido Socialista. Con tensiones internas que parecen intensificarse: un sector (el que representa Corral y el diputado Mario Barletta, precisamente) se inclina por “fidelizar” la alianza con el PRO; el otro, mantenerse en el Frente.
Sin Miguel del Sel en carrera, candidato del macrismo en la provincia durante las tres últimas elecciones, pero autoexcluido para este año, en el PRO se entusiasman con la posibilidad de Corral porque le permitiría contener a la UCR y evitar internas, algo que Macri pretende evitar en la medida de lo posible. “Depende el lugar, la situación, las PASO son una herramienta, puede ser que sirva para dilucidad cuál es el candidato que tiene más apoyo para representar a Cambiemos en cada distrito. No hay que estar cerrado”, dijo ayer.
Pobreza
Corral y el gobernador Miguel Lifschitz fueron dos de sus anfitriones en la provincia. Primero en Santa Fe Capital; luego, en Rosario. En ambas ciudades, Macri evaluó los daños provocados por las inundaciones, las obras en marcha y entregó las primeras viviendas para los dannificados. Además, se reunió con sacerdotes de la Pastoral de Drogadependencia del Arzobispado de Rosario, acompañado por la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley. En parte de la recorrida también estuvo acompañado por el el titular del gremio de UATRE, Gerónimo “Momo” Venegas, socio político en Cambiemos con su partido FE.
“Hace falta crecer 20 años para sacar a todos los argentinos de la pobreza, y se puede si trabajamos todos de la misma manera”, había dicho Macri, por la mañana, en Santa Fe, en la inauguración del barrio Nueva Esperanza. Una frase, por cierto, que tuvo amplio rebote ayer, por haber sido ese tema promesa de campaña.
