Los elevados costos logísticos, la baja productividad laboral, la regresividad del sistema tributario, y la ausencia de un marco regulatorio adecuado son las principales asignaturas pendientes de la economía argentina que actualmente afectan la competitividad de la minería y postergan la puesta en marcha de proyectos de inversión, que podrían atraer un vuelco de capitales de US$ 20.000 M y generar 38.700 puestos de trabajo directos e indirectos según un informe de Abeceb.
“Los proyectos en condiciones de comenzar a producir en la próxima década son clave ya que con la puesta en marcha de estas iniciativas, la producción se incrementaría en una tasa promedio anual de 4,6% hasta 2025. Pero esto sin dudas, dependerá de las condiciones regulatorias y económicas que exhiba nuestro país”, aseguró Mariano Lamothe, director de Mercados de Energía, Minería e Infraestructura de la consultora.
Los principales costos que enfrenta el sector se dividen en cuatro, según Abeceb.
En el primer punto, la productividad laboral, se observa una tendencia negativa, con una caída del 45% en dólares y 38% en términos constantes entre 2006 y 2016, con salarios que crecieron 181% en dólares, muy por encima de la inflación.
En lo que atañe al marco legal y macroeconómico, “la mayoría de las provincias argentinas califican sensiblemente por debajo de los competidores de la región” por la “mayor volatilidad macroeconómica, falta de definiciones en cuestiones normativas clave e incertidumbre respecto a cuestiones fiscales”, plantea el informe y sostiene que mientras “Salta y San Juan aparecen como las provincias con clima de negocios más favorable”, lo contrario ocurre en Catamarca y Santa Cruz.
Por su parte, en sus costos logísticos, el país se encuentra en desventaja debido a elevados costos de transporte y una desfavorable localización de los yacimientos minerales, advierte Abeceb, con el NOA como principal región afectada.
Finalmente, la presión tributaria local, superior a la observada en Chile y Perú y regresiva, “desincentiva la realización de proyectos de rentabilidad media o baja, inhibiendo el desarrollo del sector”, explicando su rezago en materia de inversiones. “Establecer mejores condiciones de competitividad para la minería impulsará el crecimiento económico a partir de nuevos proyectos”, subrayó Lamothe, en ese sentido.
