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“En la industria textil hubo 20.000 despidos y suspensiones”

09 febrero de 2017

Entrevista a Jorge Sorabilla, Presidente de ProTejer y director de TN Platex

“Es el Estado el que tiene que hacer los deberes, porque las empresas ya lo venimos haciendo hace años”, sostiene Jorge Sorabilla, presidente de la Fundación ProTejer, y asegura que la industria textil argentina tiene niveles de productividad acordes a los estándares mundiales, pero que son los costos internos los que arruinan la posibilidad de competir en igualdad de condiciones. En diálogo con El Economista, señala que las fábricas están trabajando al 57% de su capacidad y espera que la situación mejore antes de que se inicien las negociaciones paritarias.

¿Qué evaluación hace de la situación de la industria textil?

El 2016 no fue un año bueno. El nivel de actividad cayó alrededor del 25% debido a una reducción de ventas cercana al 30%, sobre todo en el segundo semestre del 2016. Esto se debió a dos motivos: una caída del consumo por el menor poder adquisitivo de la gente y el aumento de las importaciones, que fue del 7% en promedio en el año, pero que en los rubros de prenda de vestir fue del 30% de forma interanual en relación al 2015 y en ropa de cama, mesa, baño y tocador fue del 40%.Estamos esperando ver qué pasa en marzo, que es el primer mes comercialmente fuerte, para darnos una idea de qué va a pasar en el año. Los primeros tres meses del 2016 se trabajó a capacidad instalada, arriba del 85%, 88% y luego, al ver que las ventas de marzo no fueron buenas, se empezó a desacelerar el nivel de actividad. Yo creo que este año va a pasar algo parecido.

¿Cuántos despidos calculan que hubo en el sector?

Nosotros entendemos que hubo alrededor de 8.000 despidos formales. Hay otros 7.000 informales, sobre todo en el área de la confección. Y debe haber otras 5.000 personas que en este momento están suspendidas, esperando ver qué pasa en marzo.

En este marco, ¿cómo espera que transcurran las discusiones salariales de este año?

El secretario de la Asociación Obrera Textil (AOT) ?uno de los cuatro gremios del sector? me decía que ellos perdieron poder adquisitivo, pero la realidad es que el sector tampoco puede pagar mayores salarios. Cuando se abre la economía de un país como la Argentina, que estructuralmente no es competitivo porque tiene los impuestos más caros del mundo, porque tiene los costos financieros más altos, porque tiene costos de logística y distribución que no son competitivos, sucede este tipo de cosas.

¿A qué porcentaje de la capacidad instalada están trabajando hoy?

Hoy está alrededor del 57%, lo que significa que hay un 43% de capacidad instalada que está ociosa. No se puede sostener esta situación por mucho tiempo. El Gobierno tiene que tomar conciencia de que hay que actuar rápidamente, generar competitividad estructural para que no terminen siendo las empresas las que tengan que corregir para abajo. Porque en la industria textil, que ha invertido alrededor de US$ 3.500 M en equipamiento, en bienes de capital de última generación, tenemos maquinaria y tecnología con la que podemos competir con los chinos, con los americanos, con los europeos, con el sudeste asiático. El problema nuestro son los costos, no la productividad del sector.

Usted dice que los empresarios textiles cumplen con su parte del trato cuando el Gobierno les pide que inviertan más.

Sí, es el Estado el que tiene que hacer los deberes, porque las empresas ya lo venimos haciendo hace años. Pretender que con la apertura económica vamos a poder competir, que vamos a poder bajar precios, en este contexto es un poco ingenuo. Tenemos que ser realistas y generar un diagnóstico correcto, que significa que hay que hacer muchos deberes previos para lograr que Argentina genere estructuralmente una economía competitiva que no ahogue a las empresas.

Volviendo al tema salarial, ¿ustedes estarían en condiciones de otorgar al menos un aumento al nivel de la inflación oficial prevista?

El sector en promedio está trabajando a pérdida, eso significa que un aumento nominal en los salarios, que es lo que correspondería hacer, va a generar una pérdida mayor y por lo tanto esto va a tener que terminar trasladándose a los precios industriales. Esto no significa que tengan que terminar impactando en el precio final de los productos, porque el canal comercial tiene demasiados actores con holgura como para absorber los aumentos, que industrialmente hablando no tendrían que ser más del 0,5% o 1% de la venta en el ticket. La otra alternativa, es endeudarse para pagar salarios.

¿Qué piensa hacer en su caso?

Nosotros esperaremos a ver si las autoridades del Gobierno nos ayudan a remontar nivel de actividad, porque si yo del 57% paso a trabajar al 80%, seguramente ese salto de escala me va a poder permitir absorber los aumentos que los trabajadores se merecen.

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