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Elige tu propio escenario (y luego el bono más acorde)

03 febrero de 2017

por Matías Daghero

Dentro de las alternativas en renta fija que ofrece hoy el mercado argentino, existen herramientas para posicionarse de acuerdo a los distintos escenarios que están ponderando hoy los inversores. Si utilizamos la clasificación que realiza el Instituto Argentino de Mercado de Capitales (IAMC), en la elaboración de sus índices de bonos podemos encontrar cuatro categorías que apuestan por escenarios muy definidos: bonos cortos en pesos, bonos cortos en dólares, bonos largos en pesos y bonos largos en dólares.

¿En pesos?

Los inversores que están colocando su dinero en bonos cortos en pesos (incluyendo dentro de estos a las Lebac del BCRA) están viendo un escenario en donde el dólar continuará retrasándose y no le va a poder ganar a la inflación en el 2017. Frente a esto, optan por posicionarse en tasas en pesos que le dan batalla a la inflación y que les permiten estar líquidos en caso de necesitar reposicionarse rápidamente.

Dentro del menú de este grupo, además de las ya mencionadas Lebacs, encontramos también a bonos que ajustan por Badlar. De estos bonos varios analistas en el mercado esperan que la tasa Badlar achique su spread respecto a las Lebac por el repunte en el crédito que se daría de reactivarse la economía (los bancos deberían conseguir más financiamiento vía plazos fijos, por lo que pagarían mejor), beneficiándolos en sus cotizaciones. Por último, bonos que ajustan por CER como el NF18 (haciéndole marca personal a la inflación ya que paga amortización e intereses todos los meses) cierran los componentes de este grupo.

Por otra parte, la apuesta para quienes invierten en bonos largos en pesos (los grandes ganadores de enero) transitan por un camino totalmente distinto. En este caso, la tesis de inversión viene por el lado del fuerte flujo de inversiones que vendrá fruto del ingreso al índice de bonos emergentes que elabora el banco estadounidense JP Morgan y de la caída de la tasa de inflación en Argentina que obligue a una compresión de las tasas que paga. Si bien el índice que elabora el IAMC incluye aquí sólo a bonos con ajuste CER, bien cabría considerar dentro de este grupo a bonos a tasa fija de largo plazo como el TO21, TO23 y TO26 que acumulan subas superiores al 8% en lo que llevamos del año.

¿Y en dólares?

Por el lado de los bonos en dólares, los grandes perdedores hasta aquí en lo que llevamos de 2017, la visión respecto del escenario es totalmente distinta. Quienes invierten en bonos en dólares de corto plazo son principalmente inversores más tradicionales que buscan la seguridad que la divisa norteamericana ha mostrado frente a los escenarios macroeconómicos de reiteradas devaluaciones a lo largo de la historia argentina, más allá de lo que haya estado pasando en el último tiempo. Por otra parte, la incertidumbre que genera Donald Trump y la política de suba de las tasas de interés que la Fed propone para 2017 (aún habiéndola dejado inalterada esta semana) hacen que estos bonos constituyan un refugio frente a escenarios hostiles internacionales. Aquí podemos destacar a inversiones como las Letes, el AA17 y bonos dólar linked nacionales como el AJ17.

Por último, aquellos que son muy optimistas respecto a que Argentina mejorará su situación crediticia internacional y producirá una fuerte caída en el riesgo país que lo lleve a niveles similares a sus pares latinoamericanos, tienen como alternativa la inversión en bonos largos en dólares como el DICA, PARY y AA46. En este caso la visión es que las leves subas que pueda producir la Fed en sus tasas se verán más que compensadas con fuertes caídas en las TIR de los bonos locales que hagan subir su precio otorgando ganancia de capital para sus inversores.

Si nos guiamos por lo sucedido hasta aquí en el año, el que apostó al dólar perdió. Más allá de esto, los bonos largos en pesos (grandes ganadores del 2017) lucen caros en sus valuaciones y demasiado optimistas respecto a un futuro que todavía no se materializa.

Diversificar

Como siempre sostenemos desde estas columnas, apostar todo por un único escenario no es nunca aconsejable en materia de inversiones por lo que una correcta diversificación (ponderando con mayor participación a los instrumentos del escenario que creemos más probable) es lo que resulta más aconsejable.

(*) Autor del libro “Con los $ que tengo, ¿qué hago?” @medaghero

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