Mario Draghi se presentó ante el Parlamento Europeo en Bruselas y dejó en claro que el Banco Central Europeo continuará con su política de estímulos monetarios que a su juicio no sólo favoreció
al funcionamiento del sistema financiero sino a la economía en su conjunto dado que pudo contar con financiamiento adecuado. Por otra parte, considera que esa estrategia es fundamental para
que la tasa de inflación se aproxime a la meta del BCE que es “cercana pero inferior al 2%”. Draghi ratificó que para modificar la política monetaria la inflación tendría que mostrar una suba consistente y que no se puede tomar medidas por los datos de un mes como fue el caso de enero como consecuencia de la suba del petróleo. El BCE seguirá con su compra de activos por 80.000 millones de euros por mes hasta marzo y desde abril hasta fin de año por 60.000 millones.
Draghi sostuvo que el euro es irreversible en clara respuesta a Marine Le Pen que anunció que en caso de ganar las elecciones presidenciales intentará sacar a Francia del euro. El BCE decidió
mantener su estrategia pese a las críticas de las autoridades alemanas que pretenden una política monetaria más restrictiva. Draghi también tuvo tiempo para contestarle a Trump señalando que el BCE no manipula el euro para ganar competitividad y cuestionó su decisión de desregular el sistema financiero. Para Draghi la combinación de menos regulaciones con expansión monetaria
llevó la crisis de 2008 y por lo tanto no debe repetirse ese error.
