La provincia de Buenos Aires captó US$ 1.500 millones para comenzar a cubrir sus necesidades de financiamiento para el año. Lo hizo mediante la emisión de un nuevo bono por US$ 750 millones con vencimiento en 2023 y la reapertura por igual monto de otro título, ya colocado en 2016, a 2027.
La administración de la gobernadora María Eugenia Vidal atrajo ofertas de compra por dichos títulos por más de US$ 5.200 millones y los títulos se terminaron teniendo rendimientos por 6,60 y 8,10% anual, según datos del mercado.
“En lo que va del año ya hubo emisiones locales en el mercado local por US$ 11.044 millones. La cifra incluye las emisiones soberanas, las seis colocaciones corporativas realizadas bajo ley neoyorquina (5 en dólares y uno en pesos) y las de las provincias de Entre Ríos y Buenos Aires”, explicó un analista a Reuteres.
Sin embargo, sostuvo que el dato más significativo es que esas emisiones atrajeron US$ 37.700 millones en pedidos de compra, “cifra que muestra que los inversores internacionales, a estos rendimientos, siguen muy interesados por la deuda argentina”.
Sebastián Maril, analista de Research for Traders, explicó a El Economista que, en este escenario, “las provincias seguirán emitiendo a cuentagotas, ya que el Gobierno no quiere que tan rápido como las empresas”.
En ese sentido, dijo que “aún quedan por salir al mercado La Rioja, Santa Cruz y Tierra del Fuego, mientras que Río Negro va a emitir pero hasta cierto punto desistió de emitir en dólares y apuntar al mercado de pesos”.
