Una familia tipo residente en la región metropolitana necesitó contar con $13.323,62 en enero para no caer en la pobreza, dado que ese fue el valor que alcanzó la Canasta Básica Total (CBT) en el Gran Buenos Aires. Por otro lado, el mismo grupo familiar necesitó $5.528,47 para adquirir la Canasta Básica Alimentaria (CBA) y no ser considerado indigente.
Los datos, publicados ayer por el Indec, muestran que el costo de la CBT y de la CBA para un matrimonio de edad media y dos hijos de 6 y 8 años aumentó 1,28% con relación a diciembre, variación que se mantuvo en línea con el alza del Indice de Precios al Consumidor (IPC), que registró una suba de 1,3% para enero. Debido a que el organismo estadístico oficial restituyó esta medición en abril de 2016, no se puede realizar la comparación interanual de las variaciones de la CBT y CBA.
Según lo informado ayer por el Indec, organismo que conduce Jorge Todesca, el valor de la CBT para un adulto equivalente residente en el gran Buenos Aires (la unidad de medida) fue de $4.311,85 en enero, mientras que el de la CBA fue de $1,789,15.
La CBA ?que traza la línea de indigencia? está integrada sólo por alimentos para satisfacer las necesidades básicas de una familia compuesta por un matrimonio y dos hijos, mientras que la CBT añade indumentaria y servicios básicos. Dado que el ingreso promedio de la población es de $8.500, el grupo familiar tomado como modelo necesita una 1,5 veces esa cifra para no caer en la pobreza.
El costo de la CBT para una familia tipo de Gran Buenos Aires resulta $498 inferior a la del mismo grupo familiar en la ciudad de Buenos Aires, según lo difundido ayer por la Dirección de Estadística y Censos porteña. Si se observa la CBA, la diferencia asciende a $1.337.
