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“Trump le dirá a los países 'yo te doy mercado si vos me das algo a cambio'”

25 enero de 2017

Entrevista a Marcelo Elizondo, Director de Consultora DNI

En diálogo con El Economista, Marcelo Elizondo, director de la Consultora DNI y un fino analista de la realidad comercial global, ofrece su análisis de los primeros pasos de Donald Trump en la Casa Blanca. Limones, guerra comercial, mercantilismo, las exportaciones argentinas y más. Pase y lea.

Algunos analistas no le asignan tanta importancia a la suspensión por 60 días para la importación de limones por parte de Estados Unidos y creen que se resolverá pero, por otro lado, hay quienes dicen “ojo, que es una señal de alerta” y se puede extender a demás sectores. ¿Usted qué opina?

Hay que ponerlo en el contexto del discurso del nuevo Gobierno de EE.UU. y yo sería de los que no le asignan dramatismo. Trump está saliendo a decir “vamos a modificar el esquema de relaciones comerciales de EE.UU” y “America first”. Creo que estamos asistiendo al discurso de un showman que dramatiza y exagera. Eso no quiere decir que no exista la tendencia hacia el proteccionismo, pero será más quirúrgico y no una avalancha proteccionista. Tenés un Gobierno con un discurso proteccionista y en ese marco se toma esa decisión. En relación a los limones, la verdad es que lo que se hizo fue suspender por 60 días la vigencia de una gran cantidad de decisiones tomadas por Barack Obama. No sólo lo de los limones. Tampoco es sólo relativo a medidas comerciales y se ha interrumpido la vigencia de una gran cantidad de medidas de todo tipo. Estotambiénocurriócuandoasumió Obama en relación a las medidas que había dejado George W. Bush en las últimas semanas. Es una práctica de los gobiernos norteamericanos: interrumpen la vigencia y revisan. Por otro lado, no hay un anticipo de que Argentina no esté cumpliendo con las condiciones y requisitos para el ingreso sino que, una vez más, es una puesta en suspensión de la decisión. La evaluación final la tenemos que hacer dentro de 60 días a ver si los limones entraron o no. Lo que lo va a hacer Trump en todas las relaciones comerciales con todo el mundo es sentarse a negociar, como buen empresario que es, y probablemente lo que hará es llamar a la Argentina y decir “bueno, a ver muchachos, los limones van a entrar, pero negociemos algo a cambio”. No lo veo en términos de lineamiento estratégico con una doctrina detrás. Lo veo como un empresario que sale a decir “bueno, a ver, todos son deals: yo te doy mercado si vos me das algo a cambio”. Y creo que eso es lo que va a poner en marcha en todos lados. Incluso en la relación con México. No está diciendo “voy a romper el NAFTA” sino “voy a renegociarlo”.

Además, EE.UU. tiene que importar para consumir, producir y demás...

Exactamente. Es el principal importador del mundo y explica 13% de todas las importaciones mundiales. Y la gran mayoría de sus importaciones son bienes intermedios que se usan como insumos para la producción. Si Trump interrumpiera las importaciones estadounidenses, lo que haría es ponerle un palo en la rueda a su aparato productiva.

Volviendo a los limones. ¿Entonces no hubo fallas en la diplomacia argentina?

No, no me parece.

¿Cambió su panorama para la evolución de las exportaciones argentinas totales en 2017?

No, en primer lugar porque hay una paradoja: EE.UU. está bastante solo en esta posición. Creo que Trump se ha radicalizado en su discurso que hasta ha asustado a otros. Theresa May, primer ministro británica, dijo hace unos días “miren que el Brexit es que el Reino Unido recupera autonomía para salir a ser un actor global y negociar acuerdos de libre comercio con todo el mundo, incluyendo con la Unión Europea desde afuera”. Lo veo a Trump bastante solo en esta posición. Ha puesto hasta al presidente de China en Davos a criticar al proteccionismo y defender al libre comercio. Trump se radicalizó y se aisló. ¿Qué imagino para Argentina? Argentina exporta hacia EE.UU. sólo el 7% del total. El 25% de las exportaciones argentinas va a Asia Pacífico. Allí veo un sostenimiento del statu quo de apertura e integración comercial. Argentina exporta el 20% al Mercosur. No veo cambios ahí. El 15% va a la UE y no veo cambios ahí. Exporta casi un tercio del total a Latinoamérica: no veo cambios ahí. Y si vos mirás lo que se prevé para el 2017, el gran crecimiento de la economía mundial va a estar en Asia Pacífico, en China y en India.

¿No hay que empezar a preocuparse más por Asia, el Magreb e incluso Africa?

Sí, claramente. Primero porque ahí es donde las economías del mundo más crecen. Hay que apuntar ahí. No vas a ir a romperte los cuernos para venderle a EE.UU. Además, somos complementarios. Con EE.UU. somos competidores: hacemos soja y ellos también, hacemos maíz y ellos también. Me parece que lo poco que le vendemos a EE.UU. probablemente no tenga grandes modificaciones: químicos, alguna fruta, vinos. No veo que eso cambie mucho. No me parece que les modifique el amperímetro a ellos, pero no pretendería obtener mucho más. Nosotros podemos ampliar. Yo creo que este año las exportaciones vuelven a crecer porque van a estar traccionadas por Asia Pacífico, que es el principal motor y representa un cuarto del total. El Mercosur genera el 20% y Asia Pacífico el 25%. Hay que cambiar de chip, como decís y enfocar primero a Asia Pacífico, segundo a estos emergentes dinámicos como el Magreb o Europa Oriental y, en tercer lugar, a la deciregión. Con esos motores se puede ampliar el comercio.

En materia de negociaciones internacionales, ¿ve algún avance en el diálogo Mercosur-UE o en el propio Mercosur?

Es difícil de saber. Por un lado, creo que la Unión Europea tiene incentivos para salir a desmarcarse de este nuevo discurso neoproteccionista de Trump. Nosotros teníamos, en la búsqueda del acuerdo Mercosur- UE, como gran obstáculo, que la Unión Europea tenía como prioridad hacer un acuerdo con EE.UU. Y como eso se va a caer, quizás hay más incentivos para la Unión Europea para desmarcarse de esta ola proteccionista. Finalmente, en la UE los gritos son de nacionalismo, pero la política todavía no se movió hacia allí. Insisto: el Reino Unido produjo el Brexit, pero la primer ministro dijo “no somos nacionalistas”. Probablemente Merkel sea reelegida este año en Alemania y el que ganará las elecciones de Francia no será Marine Le Pen sino François Fillon, que es un conservador liberal thatcheriano. Entonces me parece que por ahí hay incentivos de reafirmar una política de integración de parte de la UE que permitan un avance de la negociación. Pero, por otro lado, el acuerdo Mercosur-UE es muy complicado. Tiene una enorme cantidad de matices. Y sobre todo es complicado por los problemas que tiene la UE hacia adentro para fijar una posición común. Y este es un año de grandes cambios políticos allá. En el mediano y largo plazo se despeja el panorama para un acuerdo, pero en 2017 será complicado.

Volvamos a Trump. Uno de los temores es que surja una guerra comercial, con arancelazos por todos lados y una especie de ojo por ojo global. ¿Eso no lo ve?

Trump es un tipo bastante contradictorio. En el fondo lo que dice es “a mí me hacen trampa”. Tiene fundamentos para justificar las trampas que él acusa que le hacen. Él dice “China me hace trampa porque en nombre del libre comercio subsidia a las empresas que operan allá y entonces entran en Estados Unidos con menores costos, porque les subsidian el financiamiento, la energía, el acceso a la tierra para montar plantas, las exportaciones y está todo influido por el Estado. No me digas entonces que se compite en igualdad de condiciones. Quiero emparejar la cancha porque está despareja. Es mentira que hay igualdad”. Y con México dice lo mismo. Por eso dentro del NAFTA critica a México, y no a Canadá. Y él allí dice “el problema con México es que tenemos una disparidad impositiva: bajamos los aranceles a cero pero en realidad eso no equiparó la cancha porque EE.UU. no tiene IVA”. Cuando vos importás productos desde México, el producto entra en EE.UU. y no paga IVA ni arancel y, cuando es al revés, el producto estadunidense no paga arancel pero paga IVA. Entonces dice “tengo menos competitividad para entrar en México y hay que compensar eso”. Él dice “yo estoy subsidiando las importaciones de México, porque entran acá, no les cobro IVA y encima las empresas norteamericanas que compran bienes desde México después deducen del pago de impuesto a las ganancias ese costo. No les cobro IVA y encima les permito la deducción del Impuesto a las Ganancias”. Más allá de que es un argumento discutible, el tipo no está con un discurso de decir “pongo una barrera en general” sino rediscutir y renegociar. No veo una guerra.

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