En un año en el que la industria manufacturera en su conjunto describió una caída en la producción, en torno al 5%, no resulta extraño observar que la producción y el consumo de acero haya caído en 2016 a niveles que no se conocian desde hacía casi siete años. Sin embargo, un informe privado señala que en el último tramo del año parece observarse un cambio de tendencia con una leve recuperación de los indicadores.
Un informe de la la consultora Investigaciones Económicas Sectoriales (IES), indica que en el acumulado de los primeros once meses de 2016 se registró un panorama contractivo “como consecuencia del menor nivel de actividad de las industrias demandantes del sector como la automotriz, la de electrodomésticos, la de construcción y la petrolera, junto a la caída del consumo y de la inversión en el país”. Pero aclara, sin embargo, que “en el último trimestre del año pasado se observó una ligera recomposición del sector”, impulsado por los pedidos de fabricantes de maquinaria agrícola, acoplados y automotrices.
Según el informe el consumo aparente de acero (suma de producción más importaciones, menos exportaciones) presentó en el período enero-noviembre de 2016, una merma del 23,5% en comparación a igual lapso del año anterior. “El descenso en el consumo generó una caída en la producción del 18,1%, al alcanzar las 3.814 miles de toneladas producidas y, a su vez, se observó un fuerte retroceso del 33,2% en el volumen importado”, señala IES. Ésta fue la mayor caída del consumo desde el año 2009, cuando registró una baja del 37,5%.
En este contexto, se destaca también un clima internacional que afecta los precios e incentiva la competencia externa. El exceso de oferta internacional, a causa de la super-producción de China y su participación en el comercio internacional, afectó negativamente a la producción por la competencia con los productos importados. Esto se vio particularmente en el mercado de tubos sin costura para la industria petrolera, cuyo liderazgo en el país recae en Tenaris del Grupo Techint.
