El portugués António Guterres asumió como Secretario General de la Onu en los primeros días de 2017 y prometió cambios en el accionar de la entidad. El principal objetivo, según dejó entrever en sus primeras semanas al frente del cargo, es construir una organización más ágil, activa y funcional con la mira puesta, especialmente, en la paz mundial.
En uno de los puntos más destacados de su discurso de asunción, el nuevo mandatario dijo estar dispuesto a trabajar ante todo para prevenir los conflictos, en vez de intervenir una vez que ya se desataron. Las mayores crisis que deberá enfrentar están en Siria, Sudán del Sur, Yemen, Burundi y Corea del Norte, entre otros.
Con un firme llamamiento a la paz, el funcionario dijo que la gran mayoría de los enfrentamientos son provocados por la competencia de poder y recursos, la inequidad, la exclusión, la debilidad de las instituciones y las divisiones sectarias. Afirmó, además, que actualmente se exacerban las crisis por el cambio climático y la globalización del crimen y el terrorismo.
“Las civilizaciones son golpeadas por una fuerza mortal”, dijo el sucesor de Ban Ki-moon. “Mujeres, hombres y niños mueren o son expulsados de sus hogares, desposeídos y desamparados”, señaló para dar cuenta de la actual problemática de los refugiados. “La paz debe ser nuestra meta y nuestra guía”. El ex primer ministro portugués fue Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados de junio de 2005 a diciembre de 2015.
