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Para Trump, el dólar está demasiado alto

18 enero de 2017

Donald Trump no va a ser un presidente convencional y para ratificarlo, se refirió al valor del dólar, algo que no hizo ninguno de sus antecesores en la Casa Blanca.

Trump le dijo al Wall Street Journal que el dólar estaba “demasiado fuerte” y esas declaraciones, como era previsible, hicieron bajar su cotización. El martes, cayó más de 1% contra una canasta de monedas por lo cual se redujo a la mitad la suba que había tenido luego de las elecciones y que el 3 de enero llevó su cotización al nivel más alto en catorce años. Pero el caso del dólar no fue un hecho aislado porque también la Bolsa y la tasa de los bonos a diez años reflejaron un clima casi eufórico en los días posteriores al triunfo pero esa tendencia se revirtió en los últimos días. El índice Dow Jones cayó casi 3% en las últimas semanas y pese a haber estado cerca de llegar a los 20.000 puntos, ayer cerró a 19.826. Algo similar ocurrió con la tasa de los bonos que superó el 2,5% a fines de año ? lo que expresaba confianza en el crecimiento de la economía? para retroceder ahora hasta 2,32%.

Para Trump, la fortaleza del dólar es consecuencia de que las autoridades chinas manipulan al yuan para mantenerlo artificialmente bajo.

Sin embargo, hay economistas que afirman que desde 2014 China dejó de manipular su moneda y que por el contrario vendió dólares para que el yuan no bajase aún más. Entres los que sostienen esa posición está C. Fred Bergsten que durante años batalló desde el Instituto de Economía Internacional con sede en Washington contra la apreciación artificial del dólar que le restaba competitividad a las exportaciones de Estados Unidos.

Si bien las declaraciones de Trump sorprendieron, son coherentes con su estrategia económica que es compatible con un dólar más bajo. Desde 2014 subió más de 20% y eso afectó a las empresas estadounidenses que querían exportar y abarató las importaciones. Cuando ganó Trump, los mercados descontaron un escenario de expansionismo fiscal con mayor dureza monetaria que conduciría inevitablemente a un dólar aún más alto lo que complicaría su estrategia de fortalecer la producción local. Pero en los últimos días, esa tendencia se moderó y a Trump no le viene mal. La economía estadounidense va a crecer a tasas moderadas en los próximos años y hay funcionarios de la Fed que no ven la necesidad de un ajuste muy fuerte de la política monetaria.

En ese contexto, el dólar podrá mantener una tendencia alcista pero lejos de la magnitud que se suponía luego del triunfo de Trump en noviembre. Por otra parte, un dólar más fuerte ayuda a moderar los precios porque los consumidores estadounidenses importan deflación del resto del mundo dada la mayor capacidad de compra de su moneda.

Mientras tanto el resto del mundo mira con atención lo que puede ocurrir en la economía más grande frente a un cambio político de magnitud. En el caso específico de Argentina, siempre es conveniente un dólar relativamente débil a nivel global.

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