La incertidumbre sobre lo que puede ocurrir con la economía con Donald Trump en la Casa Blanca no terminará esta semana. Desde que ganó el 8 de noviembre se dieron dos ciclos claramente diferenciados en los mercados financieros. El primero, con subas en las acciones, el dólar y las tasas de los bonos a 10 años. Esos movimientos eran consecuencia de una lectura casi unánime entre los analistas de que la presidencia de Trump traería más crecimiento y más inflación. Pero en los últimos días, las certezas se esfumaron y ahora muchos analistas sostienen que la economía puede tener un comportamiento más mediocre del que se suponía.
Y los mercados financieros reaccionaron rápidamente. El rendimiento de los bonos del Tesoro que tiende a subir cuando se vislumbra un escenario de crecimiento, cerró el viernes a 2,38% lejos del pico de 2,6% alcanzado el 16 de diciembre. A su vez, el índice Dow Jones estuvo coqueteando durante varias ruedas con llegar a los 20.000 puntos y trepó hasta los 19.974 pero el viernes concluyó la semana en 19.885. Algo similar ocurrió con el dólar que luego de haber logrado su mayor valor desde 2002 contra un conjunto de monedas en los primeros días de este año, retrocedió en los últimos días.
La incertidumbre también se refleja en la disparidad que hay en los pronósticos de los economistas encuestados por The Wall Street Journal sobre cuando la Reserva Federal volverá a subir las tasas. Para el 33%, lo hará en marzo mientras que para el 48% recién tomará esa decisión en su reunión de junio.
