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La mala noticia del éxito del blanqueo fiscal

10 enero de 2017

Para la consultora Economía & Regiones (E&R), que alguna vez fundara el actual ministro del Interior, Rogelio Frigerio, el blanqueo es una suerte de promesa de mayor déficit fiscal de cara al futuro, lo que complicará seriamente las posibilidades de cumplir las metas en el 2017 y 2018.

De esa forma, si bien hoy implica una recaudación extraordinaria del 1,4% del PIB, al estar asociado a un gasto que ya está pactado y que llega a 2,6 puntos del PIB, como es la reparación histórica a los jubilados, lejos de ser una buena noticia, el blanqueo sería una pésima novedad para el sector privado: el déficit futuro que implica el blanqueo significaría mayor presión tributaria para poder cubrirlo.

Respecto al consenso acerca de que la masiva exteriorización de capitales que generó el blanqueo representa un éxito para la economía local, E&R no se mostró de acuerdo: “Los ingresos por blanqueo no sólo son transitorios, sino que están destinados a financiar un gasto permanente y mayor. Los ingresos del blanqueo se gastarán inexorablemente en el futuro, con lo cual el ahorro desaparecerá y su impacto positivo sobre el déficit fiscal terminará licuándose. Es por esta razón, por la que disentimos en la definición de 'éxito'”.

¿Menos crecimiento?

Tal como viene planteando la consultora cuyo economista jefe es Diego Giacomini, desde su punto de vista la razón por la que la economía no crece es el exceso de gasto estatal, que al ser cubierto en parte con mayores impuestos, termina reemplazando al gasto privado por gasto público.

Al ser ideado para financiar un proyecto que aumenta el gasto, y en particular una partida “creciente e inflexible a la baja” como lo son las jubilaciones, y al ser un ingreso de una sola vez contra un gasto que quedará, lejos de ser positivo en materia fiscal sería negativo.

“En términos intertemporales, el blanqueo tiende a potenciar una dinámica fiscal explosiva, porque el flujo del producido del blanqueo es transitorio, pero el gasto y el déficit asociado al blanqueo son permanentes. Además, el producido del blanqueo no alcanza para financiar el flujo de gasto asociado, asegurando un incremento permanente del déficit fiscal a futuro”, sostiene.

En ese sentido, una clave para comprender las afirmaciones de E&R es que el ingreso del blanqueo representa el 1,4% del PIB, mientras que la reparación histórica fue el 0,4% del PIB en 2016, será el 1,3% en 2017 y el 1,3% en 2018. Es decir: 2,6 puntos en los próximos dos ejercicios.

En la vereda contraria, la heterodoxia afirma que el gasto estatal es expansivo en términos de actividad, ya que activa el multiplicador de la economía mejorando el ingreso disponible.

Malas promesas

Este incremento del gasto redundaría en un mayor déficit y en una mayor necesidad de acceder al endeudamiento, cuyo costo se espera que aumente a causa de la suba de la tasa de interés de Estados Unidos. Y, a la vez, esa mayor carga implicaría también un mayor déficit fiscal. Es decir que todos los caminos, si se busca respetar la independencia del BCRA, conducirían a una mayor carga impositiva para cubrir el creciente déficit. “Así, el blanqueo no es otra cosa que una promesa de más impuestos a futuro”, concluye.

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