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“Hay problemas para la industria, pero se están atendiendo”

18 enero de 2017

Entrevista a Martín André, presidente de la Cámara de la Industria de Villa Mercedes, San Luis

La semana pasada San Luis fue noticia por el cierre de la planta de Alpargatas en Villa Mercedes, San Luis, que se sumó a la de Cerámica San Lorenzo y a las dificultades que atraviesan allí las firmas Georgalos y la industria de calzados Herzo, que fabrica la marca Puma. Al respecto, El Economista dialogó con Martín André, titular de la Cámara de la Industria de Villa Mercedes y gerente de Glucovil Argentina, dedicada a la molienda húmeda de maíz, y la producción de glucosa, almidón y gluten.

“Lo primero que quiero mencionar es que estas situaciones se han dado en los últimos 30 años, cada vez que hubo cambios macroeconómicos”, explica André y recuerda que la provincia de San Luis “tiene radicadas en total cerca de 300 industrias que generan casi 23.000 puestos de trabajo directos. Digo esto para desdramatizar un poco”, aclara.

Ya en 1994 hubo cierres de plantas y caída del empleo cuando se suspendieron beneficios promocionales, y en 2001/02 fue una fuerte crisis con caída importantísima de mano de obra.

“Este es un momento con problemas en la industria, que se están atendiendo, tanto a nivel provincial como nacional. Y lo que hay que buscar dentro de la dinámica industrial es cómo reubicar toda esa mano de obra calificada, que a lo mejor puede empezar a trabajar en otro tipo de industrias”, afirma André.

La cuestión es que estos casos se conocen en momentos en la que el Gobierno trata de impulsar la actividad industrial y les pide inversiones a los empresarios.

Vuelvo a la perspectiva de que no todas las industrias están en la misma situación. Hay empresas agroindustriales, de alimentos, industria petrolera, metalúrgica, metalmecánica, hay industria de extracción minera, hay industria plástica, industria textil, en fin. Hay industrias que es muy probable que tengan muy buenos meses de aquí en adelante y hay otras ramas que por ahí pueden estar pasando alguna situación difícil.

¿En el caso de Alpargatas afecta el ingreso de productos importados?

Puede ser que el hecho de que entre calzado a mucho menor precio de países vecinos esté afectando. Puede ser una suma de eso más un tema tecnológico, que esté requiriendo inversiones para mejora de competitividad.

¿Qué beneficios o incentivos están vigentes hoy en la provincia?

Desde 2012 no hay más promoción industrial. Los incentivos tienen que ver con beneficios que puede dar la provincia en términos de sus impuestos, como la exención de Ingresos Brutos. Y también están los beneficios de todas las inversiones en infraestructura.

¿Esto es por un tiempo para aquel que se radique en la provincia?

No, en la medida que cumpla determinados requisitos de mano de obra o producción, lo tiene siempre. Las empresas que están instaladas son unas 300 empresas de manufactura, de más de 15 ramas industriales. El caso San Luis es digno de ser estudiado por la consolidación que ha tenido. Todo ese beneficio fiscal que se dio y que concluyó en 2012 terminó con más inversiones genuinas. Estamos ante un proceso de consolidación industrial, de momento hay un valle con alguna industria que pudo haber quedado fuera por cuestiones de competitividad.

¿Hay riesgo de que otras empresas estén en problemas como la mencionadas?

Puede haber algún otro caso, pero repito, estamos hablando de cuatro o cinco casos puntuales que han tenido problemas en los últimos cuatro meses. Se pueden presentar más casos, pero en la medida que el Gobierno Nacional impulse otro tipo de actividades, se reorienta la mano de obra industrial hacia sectores que tienen mucho más potencial de desarrollo.

La semana pasada se reunieron con autoridades de la provincia. ¿Qué salió de ese encuentro?

El ministro de Producción, Moleker estuvo reunido con el secretario de Industria de la Nación, Martín Etchegoyen, y el secretario de la Unión Industrial de la Provincia de San Luis. Allí se analizaron esencialmente dos puntos. Por un lado, un decreto firmado por el gobierno anterior que no se reglamentó y que permitiría extender beneficios fiscales por dos años a las industrias radicadas, consolidadas, con inversiones genuinas.

Esto beneficiaría no sólo a San Luis, sino también a San Juan, La Rioja y Catamarca, es decir, las provincias del Acta de Reparación Histórica. Esos dos años permitirían, dentro de la dinámica industrial, generar procesos de reconversión, mejora tecnológica y recambio para poder mantener el nivel de ocupación.

El otro punto es el de los bitrenes (un camión que permite transportar dos semirremolques), una herramienta que San Luis ya probó y que falta que se reglamente a nivel nacional. Un bitrén puede transportar hasta 54/56 toneladas netas de carga, el doble de lo que lleva un camión convencional. Esto sería un ahorro muy grande en el flete, en los costos logísticos.

¿Y esto beneficiaría potencialmente a todas las industrias de la provincia?

Lo utilizan los productores de maíz, con una ventaja de 15 a 20% de reducción en costos que puede ser más. Eso sumado en cantidad de toneladas que se van moviendo, hace que uno pueda tener un costo logístico más competitivo. Sería aplicable a un número importante, quizás no a todas, es para transporte a granel y también las cementeras lo están usando, o el transporte de insumos grandes.

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