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Gobierno y CGT, semana de estudio

23 enero de 2017

El jueves fue la primera reunión del año. En la Federación Argentina de la Sanidad. Con el triunvirato de la central unificada, de un lado, y los ministros Jorge Triaca, de Trabajo, y el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, del otro. El encuentro pretendía ser el primer intercambio formal sobre aspectos técnicos de las reformas que impulsa el Gobierno en el mundo del trabajo, pero también recogió el malestar de algunos sectores sindicales. Con esas medias. Y con la situación social del país. Sin estridencias, ni puentes rotos. Y con el compromiso de volver a dialogar en los días próximos.

Durante esta semana, el consejo directivo de la CGT comenzará a lubricar los engranajes de su maquinaria para iniciar el debate interno respecto de esas iniciativas del Gobierno, ya previstas o en estudio; esas que incluye modificaciones a la ley de ART, cambios en los convenios colectivos, blanqueos y regularizaciones varias, el programa del empleo joven y la reincorporación del esquema de pasantías. A la espera de la reunión del jueves 2, en la sede de Azopardo, en donde el consejo directivo de la central unificada dará las primeras señales en concreto.

Cambios

La central machaca de forma insistente en la defensa de los convenios colectivos y la libre discusión paritaria ante un proceso inflacionario que también evalúa con desconfianza, y rechaza y critica los despidos y las iniciativas laborales oficiales, pero no parece dispuesta a decidir “quemar las naves”. “No se trata de ser duro o blando. Vamos a insistir en que necesitamos que los trabajadores tengan trabajo, capacidad de compra para mover la economía”, señaló este fin de semana Héctor Daer, miembro del triunvirato y diputado nacional por el Frente Renovador, quien también trazó un panorama crítico sobre la situación laboral.

Entre los miembros del triunvirato, el más partidario a negociar estas modificaciones con el Gobierno pareciera ser Carlos Acuña, líder del gremio de trabajadores de estaciones de servicio. Mientras que el más duro, en principio, Juan Carlos Schmid, de los trabajadores portuarios. En tanto, causó sorpresa en el Gobierno la movilización del jueves y los duros comentarios de la Antonio Caló y la Unión Obrera Metalúrgica, hasta aquí, en el lote de los moderados. La falta de cumplimiento de los acuerdos para no despedir que los sindicalistas le adjudican a los empresarios forma parte de un malestar bastante extendido, aunque no siempre verbalizado.

Líneas

Por cierto, algunos gremios ya comenzaron negociaciones parciales y unilaterales con el Gobierno para producir algunos de los “aggiornamientos” que pretende. El caso de los petroleros es excepcional en ese sentido. Pero no el único.

Entre los sectores críticos también es amplio el abanico. La Corriente Federal de Trabajadores (CFT) que integran bancarios, lecheros, televisión, pilotos de líneas aéreas, molineros, docentes privados y otras organizaciones, se mostró disconforme con la forma de negociar que tiene la CGT y ya advirtió en un documento difundido la semana pasada que, de continuar la actual política económica, “el país se encaminará a la quiebra”. Críticas similares lanzaron por estos días las más de cincuenta organizaciones gremiales que integran el Movimiento de Acción Sindical Argentino (MASA) del taxista Jorge Viviani y el ferroviario Sergio Sasia. Hacia el Gobierno y hacia la CGT, por “la ausencia total de debate respecto de una agenda que debe ser eje del movimiento gremial”.

Los setenta gremios que integran las 62 Organizaciones Gremiales Peronistas, por último, son los más cercanos al Gobierno. De hecho, el dirigente rural Gerónimo Venegas y su partido Fe forma parte de Cambiemos.

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