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Cumbre de la CGT en Mar del Plata para unificar posturas

26 enero de 2017

En la Feliz, para buscar denominadores comunes. Los principales líderes de la central unificada volverán a verse las caras hoy en la primera cumbre sindical del año, en un anticipo de la esperada reunión del consejo directivo de la CGT, el jueves 2 de febrero. Las iniciativas del Gobierno en política laboral, con las modificaciones por decreto del Sistema de Riesgos del Trabajo como nuevo dato, encabezarán el temario. Además de las situaciones diversas del mundo laboral según los sectores de actividad.

La convocatoria es al mediodía, en el hotel Presidente Perón de Mar del Plata, con el gremio gastronómico como anfitrión. Y la presencia ya confirmada de los integrantes del triunvirato cegetista, Carlos Acuña, Héctor Daer y Juan Carlos Schmid, los extitulares de las centrales obreras que participaron de la unificación de agosto pasado, Antonio Caló, Hugo Moyano y Luis Barrionuevo, y más de ochenta dirigentes gremiales. Entre ellos, el secretario de Finanzas de la CGT, Abel Frutos, quien ofició de vocero del encuentro.

Cambios

“Existe preocupación en el movimiento obrero porque la relación CGT-Gobierno durante 2016 fue una cosa. Y, desde el primero de enero, vemos que esa relación cambió por decisión de las autoridades”, señaló Frutos, secretario general del gremio de los panaderos. “Confiamos en el diálogo, pero hay determinadas actitudes del Gobierno que nos generan preocupación, como por ejemplo tratar de impulsar una reforma laboral, sacar un decreto de necesidad y urgencia por las ART, la situación económica, y los despidos y suspensiones de trabajadores de todas las actividades”, agregó. No obstante, el sindicato de Barrionuevo, que será local, no resulta de los más esquivos o enfrentados al Gobierno.

Los cambios en la regulación de las ART, precisamente, divide el mapa. El Gobierno confía tener apoyos y, en las reuniones previas, algunos sindicatos manifestaron su acuerdo con la necesidad de reformas. Pero que haya sido vía decreto, cuando un proyecto con similitudes tiene media sanción en el Congreso, y que venga acompañada de algunas otras iniciativas vincualadas a cambios posibles en los convenios colectivos y la reincorporación del esquema de pasantías generan más dudas que certezas. “El riesgo de que producto de este apresuramiento la norma termine cuestionada en la Justicia”, alertó Daer días pasados. Además de intengrante del trinvirato, el dirigente de la Sanidad, es diputado nacional por el Frente Renovador, espacio que posiblemente acentúe su rol opositor durante el nuevo año.

Diálogo

El jueves pasado se realizó la primera reunión del año entre la CGT y el Gobierno. En la Federación Argentina de la Sanidad. Con el triunvirato de la central unificada, de un lado, y los ministros Jorge Triaca, de Trabajo, y el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana, del otro. El encuentro pretendía ser el primer intercambio formal sobre aspectos técnicos de las reformas que impulsa el Gobierno en el mundo del trabajo, pero recogió el malestar de algunos sectores sindicales. Antes de que se conociera el decreto del presidente Mauricio Macri, pero ya anoticiados de que se publicaría en el Boletín Oficial en los próximos días. Entonces no hubo estridencias, ni puentes rotos. Y se ratificó el compromiso de volver a dialogar. Pero quedó cierto malestar y, sobre todo, acentuó diferencias al interior de la central.

El secretario de Interior de la CGT y dirigente de la UOM, Francisco “Barba” Gutiérrez, repudiquien participó de ese encuentro, fue uno de los más duros con el decreto. “Esto va acumulando elementos negativos que evidentemente llevan a la conclusión de que el diálogo con el Gobierno es inútil”, señaló ayer quien fuera intendente de Quilmes. “Cada vez que dialogamos, al otro día aparece un decreto o una medida antiobrera y antisindical, así que me parece que el próximo 2 de febrero la CGT va a tener que tomar una medida de acción directa, que yo no descarto que sea un paro general”, advirtió. En la misma línea apuntó Schmid, de Dragado y Balizamiento. “El Gobierno está destruyendo el marco de confianza necesario para cualquier diálogo”, señaló el miembro del triunvirato que, en principio, resulta más duro con el Gobierno. “Vemos la apatía y la indiferencia oficial frente al incumplimiento y la actitud irresponsable de los empresas que a pesar de los compromiso firmados siguen despidiendo trabajadores”, concluyó el dirigente, con vínculos con Moyano.

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