Mientras los puertos bonaerenses celebran el fin de los reembolsos a los puertos y aduanas patagónicas y esperan un incremento en sus exportaciones, los provincias afectadas por la medida se resisten. La polémica se instaló así en un área sensible para las arcas de las provincias y la Nación, aunque es difícil esperar que haya marcha atrás en la decisión presidencial.
El decreto 1.199/2016, publicado en el Boletín Oficial el viernes pasado ?fecha en que la norma ya entró en vigencia? deroga el decreto 2.229 de noviembre de 2015, que había impuesto la vigencia del reembolso adicional a las exportaciones instituido por la Ley 23.018 de 1983. Con la legislación anterior se beneficiaban los puertos de San Antonio Oeste y Puerto Madryn que obtenían 8% de reembolso, Comodoro Rivadavia, con 9%; Puerto Deseado y San Julián, con 11%; Punta Quilla, Río Gallegos y Río Grande, con 12%; y Ushuaia, con 13%.
Conocido el decreto, comenzaron las quejas de los gobernadores patagónicos, encabezados por el chubutense Mario Das Neves y su par rionegrino Alberto Weretilneck. Para hoy se esperan contactos entre los senadores de las provincias perjudicadas y el fin de semana hubo conversaciones de Das Neves con el diputado Sergio Massa (FR- Buenos Aires), y los gobernadores Weretilneck y Alicia Kirchner de Santa Cruz. Se busca retrotraer la medida cuando el debate se traslade a la Comisión Bicameral que deberá aprobar o rechazarla.
El aspecto central es que el Gobierno Nacional está empeñado en respetar acuerdos internacionales y mostrarse como confiable, cumpliendo contratos, normas y reglas de juego, todo con el objetivo de atraer inversiones. En esa línea habría que leer la reciente eliminación de los reembolsos a las exportaciones realizadas desde puertos ubicados al sur del Río Colorado. Se trata en total de nueve estaciones portuarias que de esta manera dejarán de percibir el reembolso.
Por un lado, es para cumplir con un requerimiento surgido del Acuerdo de Marrakech, por el que la Organización Mundial de Comercio (OMC) exige eliminar este tipo de beneficios, algo que fue comprometido por el país. Por otra parte, el Ejecutivo considera que estos reembolsos representan un “desmesurado sacrificio fiscal de las cuentas públicas, por lo que se torna ineludible la eliminación del beneficio”.
Como una forma de compensar el impacto negativo de la medida en las provincias, y descomprimir un poco la situación, el decreto establece el incremento de reintegros a las exportaciones de lanas, peras, manzanas y camarones, sin distinción de puertos desde donde se embarquen. Para las peras y manzanas el reintegro pasa de 5% al 8,5% de las exportaciones; mientras que en lanas antes era del 2,8% y ahora va al 8,6%, y en camarones, los reintegros del 1,6% pasarán al 3,9%. Se supone que esto permitirá una mayor equidad en la distribución de los fondos públicos y alcanzará mejor a los productores.
Ganadores y perdedores
Para los puertos bonaerenses como Mar del Plata y Bahía Blanca, la medida es provechosa por cuanto el régimen anterior incentivaba a algunas exportaciones a desviarse desde territorio de la provincia de Buenos Aires hacia puertos de la Patagonia, para aprovechar el reembolso. Ahora podría verse incrementado el volumen de operaciones de comercio exterior en terminales portuarias bonaerenses.
El titular del Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca (CGPBB), Pablo Pusetto, subrayó que la eliminación de los reembolsos a las exportaciones por los puertos patagónicos, “restablece la igualdad de condiciones competitivas inter portuarias, donde debe prevalecer la gestión y la eficiencia” al tiempo que “beneficiará a nuestro complejo portuario aumentando su competitividad”.
Desde las provincias que ahora perderán el beneficio, la voz más airada fue la del gobernador de Chubut, Mario Das Neves, quien advirtió que la provincia “no se va a quedar con los brazos cruzados” y dará pelea “en defensa de los intereses de la gente de Chubut”. El mandatario agregó que “la decisión de eliminar los reembolsos es una medida que se toma desconociendo lo que ello significa para nuestras economías regionales”, y señaló que esto “afecta seriamente a sectores productivos como el petróleo, la pesca, la lana y las frutas, entre otros en muchos millones de dólares”.
