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“Sólo el 15% son bienes finales”

14 diciembre de 2016

Entrevista a Rubén García, Presidente de la Cámara de Importadores de la República Argentina

En un año en el que varios sectores industriales alzaron la voz por el mayor ingreso de productos importados, Rubén García, titular de la Cámara de Importadores de la República Argentina, sostiene que el 80% de los bienes importados son insumos, partes y piezas o bienes de capital, y apenas 15% o 16% son bienes finales. Fue cauto sobre las expectativas para 2017 y parafraseando al Martín Fierro, sostiene sobre la economía que “todavía no se le ve la pata a la sota”.

Durante gran parte el año, desde la industria se quejaron por el aumento de las importaciones. ¿Cuál es la situación actual?

No sólo este año la industria ha criticado la importación, pareciera que la industria cree que la importación es su enemigo, desconociendo que una gran parte de lo que se importa en este país va a la industria y a la producción. Entiendo que los industriales están chingando el vizcachazo, como dicen en el campo. La importación es una necesidad que tiene una industria, sumar insumos que no se producen en el país para fabricar productos nacionales.

La crítica es por los bienes finales que entraron en cantidad en la primera parte del año. ¿Se mantuvo el ritmo de ingreso de importados en los últimos meses?

El ingreso de productos importados lo da el mercado y el precio del bien. El mercado argentino este año fue recesivo, estuvo golpeado por situaciones de arrastre, pero también nuevos costos directos como las tarifas, con una inflación demasiado alta, con lo cual no hay mucho espacio para trabajar.

Algunos industriales nacionales se quejan pero nunca tuvieron en cuenta esa cantidad de contenedores que, supuestamente, ingresaron por un canal anormal, que todo el mundo conocía y que el actual director general de Aduanas se ha encargado de sacar a la luz, con lo cual esos contenedores iban al mercado y se consumían pero no estaban contabilizados. Hoy esos productos están ingresando por los canales que corresponde. Se puede hablar de la industria textil, calzados, la industria electrónica y también algún electrodoméstico de alto valor.

¿Qué porcentaje de los productos importados son insumos, partes y piezas y cuánto son bienes finales?

Más del 80% son insumos, partes y piezas, bienes de capital, productos que van en forma directa a la industria. Sólo un 15% o 16% son productos finales, quizás este año haya subido un poco más por esto de regularizar el ingreso de importaciones informales.

Este año cambió el régimen de importación, pasando de las DJAI al SIMI. ¿El nuevo sistema ya está aceitado, beneficia la operatoria?

Sigue siendo un sistema conflictivo porque interviene la discrecionalidad para el autorización de licencias no automáticas (LNA). Sí podemos decir, para darle la derecha a este nuevo sistema, que las licencias automáticas salen muy rápidamente en 48 o 72 horas.

Las LNA tienen un tiempo estimado de 60 días ¿verdad?

No, eso no es así. La Organización Mundial del Comercio (OMC) establece con criterio que la autoridad de aplicación tiene hasta un límite de 60 días para determinar la posibilidad de dárselas o no.

¿Cuál es el promedio actual en el país?

Es una buena pregunta, porque al vulnerar una, ya se vulnera todo el sistema. Dentro de las LNA hay productos que no se fabrican en el país y como caen en posiciones-bolsa el Gobierno las traba. En ese marco, hay productos que no se fabrican en el país, por ejemplo bombas para la industria petrolera pero, sin embargo, caen en la posición-bolsa.

Está bien, pero me imagino que esto lo deben haber comentado a las autoridades para corregir esos casos.

Desde los primeros días de enero de 2016 la Cámara le presentó a la subsecretaría de Industria una lista de más de 700 posiciones arancelarias, que considerábamos que no debían estar en este régimen, porque no se producían en el país.

¿Qué respuesta tuvieron?

Hasta el momento ninguna.

O sea que la situación no cambió demasiado con la eliminación de las DJAI.

Dentro del mercado recesivo de la Argentina, hubo industrias que se quejaron y obviamente fueron a golpear la puerta a la Secretaría de Industria, diciendo que con esto cierran o paran la planta. Hacen su argumento, cosa que yo no valido pero es su derecho, entonces el estudio de las LNA tarda mucho más y la dirección de Facilitación de Comercio, que tiene todo el interés de actuar rápidamente para sacar los trámites para que no haya falta de un producto, se ve a veces presionada por la Secretaría de Industria. Ahí se ve quién tiene el poder de decisión.

¿Qué perspectivas tienen para 2017? Una mejora en la actividad económica puede empujar la importación de insumos y bienes intermedios.

Soy enemigo de hacer futurología. Si el país crece, crece la economía en su conjunto, crece la importación y crece todo. Quisiera que se dé todo en un marco de crecimiento, pero hoy por hoy, todavía no se le ve la pata a la sota. Cuando se puso en vigencia la Resolución 5 en diciembre de 2015, la que instauró el SIMI, nos dijeron que no iban a poner nuevas posiciones arancelarias en LNA. Sin embargo, en 2016 tuvimos ingreso de muchas más.

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