Once países no miembros de la OPEP acordaron ayer en Viena sumarse al recorte de producción pactado por la entidad, que ahora llegará a 1,7 millones de barriles diarios, con el objeto de reequilibrar el mercado para estimular los precios. Entre los países que se suman al acuerdo, se destaca Rusia, uno de los mayores productores a nivel global.
“El acuerdo es por seis meses pero puede extenderse por otros seis en función de la situación del mercado”, planteó el ministro de Energía de Rusia, Alexander Novak, luego de confirmar que su país reducirá su oferta en 300.000 barriles por día.
Además de Rusia, los países no integrantes de la OPEP que finalmente adhirieron al compromiso son Azerbaiyán, Bahrein, Brunei, Guinea Ecuatorial, Kazajistán, Malasia, México, Omán, Sudán y Sudán del Sur.
Tras conocerse la noticia, el precio del barril de crudo WTI subió a US$ 52,8, su mayor nivel desde mediados de 2015.
La OPEP había acordado un recorte de la producción diaria de 1,2 millones de barriles el 30 de noviembre pasado, a los que con la adhesión de once nuevos países se suman ahora 558.000 barriles diarios de recorte.
Más definiciones
Consultado sobre el valor al que cotizará el crudo a partir de ahora, el ministro de Energía de Arabia Saudita, Jalid Al-Falih, sostuvo que tanto los precios de tres dígitos previos al derrumbe de mediados de 2014 como los más bajos que se han visto desde entonces “no son sostenibles”, por lo que debía buscarse una situación “intermedia”.
No obstante, no definió un valor concreto. “No tenemos un precio en mente. Los precios van a ser fijados por el mercado”, planteó y se mostró confiado en que “el precio equilibrado que determine el mercado deberá ser suficiente para atraer las inversiones necesarias.
“Estamos aquí justamente porque queremos colaborar al equilibrio y que se retome la inversión, que ha caído por dos años consecutivos en el sector petrolero en el mundo”, enfatizó, por su parte, el subsecretario de Hidrocarburos de México, Aldo Flores-Quiroga.
