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Región pampeana ganará en 2017

19 diciembre de 2016

Las exportaciones argentinas vienen teniendo un mal 2016, y caen 2,1% en el acumulado anual hasta octubre, pero también tuvieron un mal 2015, 2014, 2013 y 2012. El pico fue 2011: Argentina exportó al mundo US$ 82.981 millones. Y luego empezó la escalera descendente por motivos varios (Brasil, precios, trabas, atraso cambiario y bajo dinamismo del comercio global, entre otros). Fueron US$ 79.82 millones en 2012, US$ 75.962 millones en 2013, US$ 68.407 millones en 2014, US$ 56.787 millones en 2015 y vamos apenas US$ 48.314 millones en los primeros diez meses del año. Desde el pico de 2011, las exportaciones se derrumbaron más de US$ 20.000 millones.

Las previsiones para 2017 son optimistas: si bien no habrá una revolución exportadora, las exportaciones volverán a crecer. No es poco. Se detendría la hemorragia, aunque algunos problemas todavía persisten: el tipo de cambio mejoró, pero está lejos de ser competitivo; la recuperación en Brasil tiene gusto a poco y todavía no se conoce el “efecto Trump” sobre los flujos comerciales globales.

Pese a eso, hay margen para ser optimistas. “Se espera un mejor año exportador en 2017, aunque no un boom”, dice Jorge Day en el último informe de la Fundación Mediterránea. Pero no todas las regiones del país se beneficiarán igual, dice Day.

La gran ganadora será la región pampeana. “La región pampeana es la más exportadora del país, destacándose las provincias grandes como Santa Fe y Córdoba, que han sido las más beneficiadas con la quita de retenciones y cupos para exportar. Para 2017 se espera que su producción agrícola aumente 10% y un buen año en exportaciones. A ello, si Brasil deja de caer y crece levemente, podría esperarse al menos que dejen de caer sus importaciones de autos”, agrega Day.

“La región patagónica, también muy exportadora, aunque antes era más cuando era mayor la producción petrolera. Los menores precios del crudo, más la posibilidad de la quita del subsidio (cuando cobraban un mayor precio), no juega a favor de una mayor producción ni de mayores exportaciones. En esta misma zona, también está Río Negro, más concentrada en frutas frescas (manzanas y peras), que se ha visto afectada por la crisis brasileña. Aunque una recuperación de ese país podría ayudarlos, le sigue jugando en contra los altos costos argentinos en producción y transporte”, agrega Day.

La región del NOA es la de mayor crecimiento durante este año, y le jugó a favor las mayores ventas externas de cobre. Aunque en los últimos meses presenta tendencia creciente, su precio internacional en 2016 es 13% inferior a la del año anterior. Si su monto de ventas externas ha aumentado, es señal que se ha exportado mayor cantidad. “Para 2017 los pronósticos apuestan a precios mayores”, dice Day.

El NEA es la región menos exportadora. Ejemplo: las exportaciones de Formosa son apenas 1% de su Producto Bruto Geográfico (PBG). Por lo tanto, el impacto de una mejora en ventas externas sería menor. “Además, sus principales rubros exportados no tuvieron fuertes caídas en retenciones (salvo en Chaco)”, dice Day.

¿Y Cuyo? San Juan es más dependiente del cobre, dice Day, mientras que Mendoza lo es más en vinos. “A pesar de la bajísima cosecha de uvas, las exportaciones vitivinícolas no cayeron sustancialmente (hubo una importante caída en los stocks vínicos). “Para 2017 queda sujeta a la cosecha de uvas, que no aumentaría sustancialmente (todavía no hay pronósticos oficiales), lo cual limitaría las cantidades de vinos a vender”, concluye Day. Habrá que remarla...

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