En las últimas semanas, el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, protagonizó un raid mediático y levantó el avispero al pedir la convocatoria de figuras peronistas para Cambiemos, renovar cargos ministeriales, exigir un “replanteo” de fin de año, por relevar confrontaciones con el presidente Mauricio Macri, y con la gobernadora María Eugenia Vidal, y también por criticar duramente al consultor del PRO, Jaime Durán Barba. Ayer, en sesión preparatoria, la cámara ratificó a sus autoridades y Monzó, recibió un inesperado respaldo casi unánime, siendo elogiado por diputados y diputadas de todos los bloques. “Emilio siempre ha tratado de mantener ese fino equilibrio entre ser el representante del oficialismo y tratar de que todos los que estamos aquí podamos plantear nuestras ideas y nuestras diferencias”, destacó el jefe del Bloque Justicialista Oscar Romero, que consideró a Monzó como un “compañero y amigo”. La diputada del GEN, Margarita Stolbizer, distinguió el “funcionamiento más equilibrado” de la cámara, “virtud” que le reconoció al diputado macrista. Más llamativo fue el elogio de Araceli Ferreyra, del Movimiento Evita: “Monzó nos demostró valentía, se ha ganado este cargo en términos personales”.
“2016 creo que va a pasar a la historia como el año de la tolerancia”, señaló el ratificado presidente de la Cámara Baja, y sostuvo que “esta cámara funcionó porque hay buenos políticos, la palabra política debe ser valorada”. Y reiteró buenas consideraciones a diputados como Axel Kicillof y Diego Bossio y Marco Lavagna.
