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Mejoras y desafíos pendientes

16 diciembre de 2016

Después de un año especial, que se caracterizó por fuertes cambios a partir de la asunción de Mauricio Macri, el sector agropecuario se prepara para un 2017 con menos expectativas y algunas mejoras en varios de los segmentos más complicados en materia económica.

Tras la eliminación de las retenciones para todos los cultivos en diciembre pasado ?menos para la soja, que obtuvo una rebaja del 5% ? y la quita de las trabas a la exportación, en conjunto con una devaluación, podría decirse que la producción de granos resultó la más beneficiada, con una campaña 2015/16 que se sembró con un dólar a $ 9 y se cosechó a $ 14, y que además obtuvo muy buenos rendimientos pese a las inundaciones de abril. De ahora en más, con un escenario de normalidad en términos de mercado, los cambios serán pocos, aunque los márgenes que se esperan son positivos, principalmente si se toma en cuenta que el Ministerio de Agroindustria estima un volumen total de 130 millones de toneladas, incluyendo al maíz para consumo interno.

Para Teo Zorraquín, consultor de Zorraquín + Meneses, el ciclo 2016/17 no será mejor que el que pasó, “pero mostrará rentas más lógicas, parecidas a las promedio”. De todos modos, advirtió que las problemáticas podrían continuar en las zonas alejadas de los puertos, como es el caso de Salta, Santiago del Estero y Chaco, que se ven perjudicadas por el costo de los fletes y la falta de obras en las rutas. “Si no aparece el Plan Belgrano las ganancias serán más vidriosas”, consideró el especialista.

La gruesa, por su parte, llegará con buenos resultados sin contar las regiones afectadas por adversidades climáticas, sobre todo en lo referente a precios. Es que a pesar de que los informes del USDA pronostican una cosecha récord en los Estados Unidos, la demanda sigue ejerciendo presión sobre los futuros, lo que hace pensar que habrá sostén en las cotizaciones en Chicago durante el año que viene. En ese sentido, los operadores locales festejan porque el año Niño finalmente será Neutro, y los costos en dólares no se dispararon, por lo que el que apostó a la siembra de maíz, soja o girasol saldrá ganador.

El otro perfil ascendente será el de la lechería, que después de una crisis descomunal que duró varios años, empezará a ver la luz en 2017. El avance tiene que ver con una suba de los precios internacionales (hoy la leche en polvo vale US$ 3.300 por tonelada), impulsados por una caída en la producción del 10%. “La tendencia del tambo es a mejorar y no a empeorar”, destacó Zorraquín, y recordó que algunos modelos productivos se transformaron en pastoriles, con lo cual ya no dependen tanto del maíz, algo que posibilita un margen de ganancia o de empate para el productor.

En ganadería, de no haber cambios en los precios continuará la dualidad de los últimos meses, donde el criador consigue mayores progresos en comparación con la franja de invernada o feedlot, que en la actualidad compra un ternero a $ 39 y lo vende a $ 29. Los expertos no creen que llegue un boom como lo prometen algunos funcionarios, aunque podría haber novedades si se incrementan las exportaciones de manera significativa, dado que con los valores actuales del ganado en pie será difícil que se acreciente la inversión.

Las economías regionales, finalmente, serán el gran desafío. El ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, reiteró en varias oportunidades que el próximo año el Gobierno pondrá el foco en el sector más golpeado por las altas tarifas, los problemas en logística y la apertura de las importaciones. Habrá que esperar.

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