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La industria con leve mejora

16 diciembre de 2016

Según todas las estimaciones la industria en su conjunto terminará el año con una fuerte contracción, caída de ventas al mercado interno y menos exportaciones. La pérdida del poder adquisitivo de los salarios, junto a la menor demanda de Brasil impactan de lleno en la producción manufacturera argentina, en especial en el sector automotriz. El último informe de coyuntura de la Unión Industrial Argentina (UIA) señala que en el período enero-octubre la actividad industrial retrocedió 5,4% respecto de igual período de 2015.

Sin dudas, esta coyuntura pone un piso a la eventual mejora del sector industrial en 2017. En términos estadísticos los distintos sectores industriales empezarán a mostrar cierta mejora, básicamente porque compararán contra meses con caída de la actividad. Sin embargo, no hay que perder de vista que esa recuperación se dará después muchos meses de contracción. Los últimos datos relevados indican que desde enero pasado todos los meses hubo una caída interanual.

Así, hoy están virtualmente paralizadas todas las inversiones que no son estrictamente necesarias y muchas empresas, en especial las pymes, han perdido rentabilidad por el incremento de costos de producción y la fuerte presión impositiva. En el caso de las pyme se han estirado los plazos de pago y el costo de financiamiento es muy elevado.

gPero probablemente el motivo principal de preocupación de la industria es el nivel de actividad. Hoy la industria tiene problemas de demanda, hay un tipo de cambio que considera “insuficiente”, Brasil no tracciona como lo hacía hasta 2014, y los planes de inversión permanecen congelados, en un contexto en el que la utilización de la capacidad instalada ronda, en promedio, el 35% en los doce principales sectores industriales.

Balance dispar

Durante el año que termina en el sector productivo hubo claros ganadores y perdedores. En el primer grupo estuvieron la producción de granos (cereales y oleaginosas) y todas las industrias vinculadas como aceites y harinas, agroquímicos y fertilizantes, maquinaria agrícola e incluso la producción y patentamiento de camionetas 4 x 4. La devaluación del peso ? superior al 40%?, la desarticulación del cepo cambiario y la quita o reducción de derechos de exportación, entre otras medidas, fueron el mayor incentivo.

Una situación muy distinta es la que le tocó vivir a la industria, pese a las declaraciones del Gobierno Nacional, que se cansó de afirmar en público su apoyo al sector manufacturero y a las pymes, en tanto principales generadores de empleo. Pero aún no se ven los resultados de semejante entusiasmo. Sin dudas la sanción de la Ley Pyme 27.264 fue un hecho positivo, pero en el sector asegura que apunta a ofrecer financiamiento a bajas tasas sin poner el acento en incrementar la producción y mejorar el nivel de actividad. A lo sumo hay algún beneficio impositivo que permite disponer de capital de trabajo.

Los motores

Dante Sica, director de Abeceb, sostiene que “en 2017 los motores de la actividad económica serán el agro, la obra pública y algunos sectores como la producción de gas”. Tras un 2016 en el que la actividad terminará contrayéndose -2,3%, con una caída de -4% en la inversión y -0,8% en el consumo, el próximo año los indicadores pasarán al terreno positivo. Según las estimaciones de Abeceb la economía crecerá el 3,5%, empujando 8% a inversión y llegando a crecer 2,9% el consumo.

En ese contexto la actividad industrial pasará de caer -4,9% este año a crecer 3,2% el próximo. Para Abeceb el sector de bienes no transables (servicios, propiedades) tendrá un mejor desempeño que los transables, beneficiados por la reactivación de la construcción y por el menor del tipo de cambio.

Hay muchas esperanzas en la tracción que puede ejercer la obra pública, aunque habrá que ver qué pasa en la realidad. Fausto Spotorno, economista jefe de Orlando Ferreres y Asociados, sostiene que “la obra pública se va a recuperar porque es un año electoral” pero no hay que desconocer que “es la parte más de flexible del gasto”, un dato interesante en un contexto en el que “el tema fiscal está muy volátil, mucho más ahora que se está evaluando el costo que tendrá la modificación en Ganancias”, dice.

Consultado sobre la evolución de la industria en 2017, Spotorno pronostica un “crecimiento del 4%, después de caer -4,7% en 2016”, con la economía creciendo en torno a 3,5%. No obstante, afirma que “la clave del año próximo es la actividad”.

Estos números son algo optimistas según la visión de Diego Coatz, director Ejecutivo y economista jefe de la UIA, para quien la industria crecerá en 2017 “entre 1% y 3%, después de caer más de 5% este año”.

En cuanto a las claves para la economía del próximo año, Coatz asegura que “la actividad va a depender de Brasil y de cuánto mejore el mercado interno”. El otro tema es si viene “la inversión pública y privada en infraestructura”. En cuanto al sector pyme, el escenario también plantea desafíos. Marcos Cohen Arazi, economista de IeralPyme, de la Fundación Mediterránea, sostiene que “el bajo nivel de actividad en el presente siempre empuja la inversión pyme a la baja, aún cuando existan créditos promovidos para estimularla”. En ese sentido, recuerda que a noviembre de 2016 “sólo el 36% de las pymes industriales consideraba que es un buen momento para invertir (datos de la Fundación Observatorio Pyme), mientras que un año antes el 45% consideraba que era un buen momento”.

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