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Ganancias, Trump y la recesión complican el fin de año a Macri

08 diciembre de 2016

por Leandro Gabin

Claramente Cambiemos no pensaban en que el cierre del año, después de logros en lo financiero al comienzo de la gestión, iba a ser tan turbulento. El proyecto peronista con Sergio Massa y el kirchnerismo reciclado por Ganancias le pone un tono dramático a este diciembre. La oposición, que se mantuvo relativamente tranquila este año, mostró los dientes. Desafía al Ejecutivo en un área sensible como son las cuentas fiscales, donde hace agua. El plan peronista no cierra por ningún lado y eso lo saben bien en Cambiemos. Quienes rodean al Presidente dejan una frase inquietante en caso de que, como se estima, prospere la iniciativa en el Senado. “Macri veta todo”, dicen. Le ponen fichas a que Mauricio Macri finalmente borrará de un plumazo el proyecto opositor de Ganancias, el impuesto a las mineras y el latiguillo de Massa de querer gravar la renta financiera (algo insólito que en Argentina sólo llevará a la dolarización).

Las lecturas

Es más, fuentes cercanas al Ejecutivo dicen que la foto del proyecto opositor habla por sí misma. “El massismo con los kirchneristas y Camaño todos juntos le suma a Macri más de lo que le resta. Es todo circo”, decía la fuente de Cambiemos. “El votante medio no paga Ganancias. Fijate el salario promedio de la Argentina y te das cuenta que nadie paga ese impuesto. Sólo un par de porteños”, ejemplificaba la fuente macrista. “La foto del peronismo del martes da miedo. Es lo peor en su fase desestabilizadora. Ellos tratan de pegarle a Macri ahora porque cuando levante la economía no lo alcanzan más”, interpretaba la visión oficial.

Es cierto que el Impuesto a las Ganancias es un problema casi netamente circunscripto en centros muy urbanos con salarios altos. En las reuniones que encabezaba Alfonso Prat-Gay por la Responsabilidad Fiscal con los ministros de Economía provinciales, quedaba muy en claro la necesidad de que Ganancias sea un tema “gradual”. En las provincias más pobres o menos urbanas no tiene impacto político si suben el Mínimo No Imponible (MNI), ya que pocos pagan Ganancias. Entonces lo único que pasa es que pierden recursos coparticipables pero no aumenta el nivel de consumo. Todo lo contrario: se ajusta el gasto por los menores ingresos. Es más, el pedido de gradualidad en subir Ganancias fue hecho por las provincias. En la torta de Ganancias, el Gobierno se lleva la mitad de lo que se recauda y las provincias se reparten el otro 50%. De ahí que nadie, incluso el oficialismo, quiere perder recursos. La pelea terminará, vaticinan en el Gobierno, con el veto total de Macri si estos cambios prosperan.

Agenda caliente

Pero el fin de año no sólo tendrá en vilo a la economía por el tema ganancias. Hay muchos que empiezan a recalcular cuál será el crecimiento del año próximo, supuestamente el año del despegue luego de una recesión de 2% o más en 2016. Las encuestas que se hacen en el mercado le dan un escenario de mayor deterioro al Gobierno de cara al año próximo. Tanto en el REM del BCRA de hace una semana como en el informe que se conoció en estos días de Focus Economics Consensus Forecast- LatinFocus, que revela los pronósticos de muchos bancos y consultoras, la economía argentina “rebotará” 3% el año próximo, lo que significa que será menos que el guarismo que presentó el Gobierno en el Presupuesto, debido a que la recesión actual hará más difícil la recuperación.

El consenso de los economistas dice ahora que el PIB caerá en 2016 en torno al 2,2% (0,4 puntos más que la estimación de noviembre), lo que reduce el “arrastre estadístico” para el año próximo. Malas noticias para el Gobierno que aspiraba a tener un piso de 3,5% para la recuperación. En el ranking de los bancos más pesimistas están Galicia y Supervielle que tienen una caída de 2,5% y 2,7% respectivamente para este año. Para el 2017 los más optimistas son Estudio Bein y Analytica con 5% de crecimiento mientras que en los menos confiados están Citigroup Global Markets (2,5% de suba), Capital Economics (1,5%), Econométrica (2,1%) e Itaú BBVA, con 2,7%. En realidad, de la muestra, hay 29 participantes de 38 que estiman para el año próximo un crecimiento de la economía inferior a la que tiene el Gobierno en el Presupuesto (que era conservador).

Las opciones

A pesar de esto, el BCRA frenó la baja de tasas que seguía durante cuatro semanas consecutivas. Los datos de inflación tanto del REM como de Latinfocus dan en torno al 20% anual en 2017, arriba de la meta que se impuso Federico Sturzenegger de “12% al 17%”. Parece a esta altura una meta inalcanzable que solo deteriora la credibilidad del BCRA, algo que estaba en dudas por las bajas de tasas sin tener argumentos sólidos de una reducción de la inflación. De hecho, los comunicados de política monetaria de cada martes son cada vez más escuetos. La entidad pierde discurso para justificar su accionar de políticas. Claro, no va a decir que baja las tasas porque Alfonso Prat-Gay fracasó en resucitar la economía. Pero, más allá de la innegable independencia del BCRA, la coordinación entre Hacienda y el Central existió para que Sturzenegger recortara las tasas. Ahora, unos cuantos puntos por encima de la meta de inflación condiciona al banquero central para seguir complaciendo a Prat-Gay.

Ante el mundo

¿Está Argentina en una mala situación? Para el mundo, el país sigue siendo atractivo para invertir a pesar del “efecto Trump”. A principios de mes Argentina volvió a estar en el radar de las conversaciones de los inversores. Sucedió en la reunión anual de EMTA, la organización que nuclea a bancos de inversión que operan con mercados emergentes. La cita fue en la calle Greenwich 388 en Nueva York donde funciona una oficina del Citi.

La concurrencia alcanzó las 300 personas, todos profesionales del mercado financiero. Hubo dos paneles, uno moderado David Lubin del Citi y otro por un aliado del Gobierno del JP Morgan, como Joyce Chang. Estuvieron hablando sobre el futuro de los mercado emergentes Christian Keller (Barclays), el argentino Pablo Goldberg (BlackRock), Alberto Ramos (Goldman Sachs), Dave Rolley (Loomis Sayles), David Woo (BofA- Merrill Lynch), Drausio Giacomelli (Deutsche Bank), Hari Hariharan (NWI Management) y Jim Barrineau (Schroders Investment Management). La sensación que dejó el evento es que los emergentes sufrirán de alguna manera la era Trump, y que en la caso de Argentina será más difícil conseguir financiamiento a tasas bajas el año que viene. Falta que el electo presidente mueva las fichas para cuantificar lo que pasará en la región.

Los números

Los bonos largos de Argentina pasaron de cotizar al 6% antes del triunfo de Trump y ahora lo hacen a más del 8%. Pero en los últimos días el riesgo país, que había llegado a más de 520 puntos básicos, empezó a retroceder. Destacó el Banco Mariva que el bono del Gobierno al 2026 afuera cerró a US$ 103,5, y fue lo mejor del universo emergente. Algo es algo. ¿Podría ser un brote verde de fin de año?

Las expectativas con Trump no son positivas si bien el impacto en América Latina (y Argentina) debería ser acotado. Habrá que ver porque la estimación de la secretaría de Finanzas era compensar la suba de tasas en EE.UU. con una baja del riesgo país, algo que no se estaría logrando ahora. Por lo pronto, los US$ 30.000 millones que se necesitan en 2017 saldrían más caros.

Y se largó?

Pero el mercado piensa en el año político. El evento más relevante en Argentina será la elección de medio plazo. “Es improbable que la coalición del presidente Macri gane las elecciones intermedias, pero la probabilidad de que vayamos a ver una mayor erosión en el apoyo del Frente para la Victoria será una buena noticia para los mercados”, dice un paper de XP Securities distribuido entre sus clientes. “Los expertos políticos locales continúan diciéndonos que la cuestión clave aquí es que Macri tiene que hacerlo bien en la provincia de Buenos Aires para mantener la gobernabilidad. Y esa parte de la historia se ve bien, ya que la gobernadora de la provincia, leal aliada a Macri, sigue disfrutando de un gran apoyo popular. Huelga decir que cuanto mayor sea la tasa de crecimiento que la economía tenga en 2017, mejor para la gobernabilidad de la administración Macri”, arriesga el banco de inversión.

Por otro lado, y también en tono optimista, la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban) emitió un paper donde dice que “varios factores pueden impulsar un mejor desempeño de la región, entre ellos, una menor inflación en países que se vieron afectados por brotes de alza de precios en el pasado reciente, un mejordesenvolvimientodelasvariables del sector externo y una mejora de los términos de intercambio, mayor inversión privada, en especial en lo que se refiere a infraestructura”. Y hacen explícito que “lo más probable es que lo peor de la recesión de Brasil haya pasado, y Argentina empiece a ver los frutos de un ajuste macroeconómico que ha incluido normalización del mercado cambiario y negociaciones sobre el default selectivo”. La apuesta de la región es que Argentina (y en menor caso Brasil) empiecen a traccionar. Macri tiene más chances de ser el milagro de la región que Michel Temer, agobiado por una crisis política sin final claro, a pesar de no tenerle nada fácil.

Pero la economía deberá dar signos de vida para que la imagen de Macri no empiece a retroceder. El argumento de la herencia, algo muy utilizado por Cambiemos, puede haber funcionado en el primer año de mandato, pero sería peligroso repetirlo en 2017. El pedido de resultados va a marcar la agenda.

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