El crecimiento del PIB de Estados Unidos durante el tercer trimestre fue revisado al alza. Inicialmente se había anunciado una expansión de 3,2% pero ayer que se corrigió a 3,5%.
Sin embargo, esa tendencia positiva no se está sosteniendo en el último cuarto del año en el cual, según los analistas, el PIB se expandiría entre 1,5% y 2,2%. De confirmarse los porcentajes menos optimistas, el año cerraría con la tasa de crecimiento más baja desde la salida de la crisis. Eso sería consecuencia del flojo desempeño en la primera parte del año que registró una suba de 0,8% en el primer trimestre y de 1,4% en el segundo.
En los últimos años la tasa de crecimiento promedio se ubicó en torno al 2%. Ese contexto le permitió a Donald Trump plantear durante la campaña que con sus políticas la economía podría crecer en torno al 4% en los próximos años. La rebaja de impuestos, la atracción de capitales e inversiones de todo el mundo y un ambicioso plan de infraestructura harían posible ese objetivo.
Sin embargo la mayoría de los analistas considera que es casi imposible llegar a ese porcentaje y se inclinan por una tasa de crecimiento en torno al 2,5% en los próximos años. Sostienen que dado el envejecimiento poblacional y la menor productividad, la economía no puede crecer al 4% en lo inmediato. Tampoco ayuda el escenario externo porque el PIB global crecerá poco más del 3% en 2017.
